lunes, noviembre 18, 2024
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Tomar notas en clase

En función de apreciar qué sucede dentro del aula-clase, como parte del proceso de enseñanza-aprendizaje en la universidad, hemos acompañado a visualizar la experiencia del docente y el aprendizaje de los estudiantes –nivel de comprensión y aplicación de los contenidos tratados, etc.– y nos hemos encontrado con la problemática de que en cada clase un pequeño grupo de estudiantes no toma apuntes en la clase, usualmente cuando la clase es muy o excesivamente teórica. (Lo cual no debiera ser, algún elemento práctico siempre debería existir).

¿Qué harán después?, ¿Hacer uso de la bibliografía recomendada por el docente? La duda podía evacuarse solo yendo al grano, al terminar en el breve receso entre un turno y otro. ¿Por qué no anotan la información que brinda el profesor? Al menos los apuntes esenciales, que posteriormente les permitan estudiar o mejorar inclusive lo anotado. Los rostros se congelaron, dos nueces de Adán subieron y bajaron (varones); la jovencita por su parte trató de mostrar una ligera sonrisa, pero las justificaciones que trataron de dar, realmente fueron poco confiables.

Al consultar posteriormente al docente, los resultados de los jóvenes no eran los mejores en las evaluaciones sistemáticas realizadas.  Por supuesto, quedan muchos elementos o interrogantes en “el aire”. ¿Hay preocupación por el docente para que todos anoten o acaso es responsabilidad única del estudiante que anote?, ¿“ese es su problema”? ¿La clase realmente incita a hacer apuntes, sea presencial o virtual?, ¿Acaso el no tomar notas forma parte del “trauma” del traslado del instituto a la universidad, donde anteriormente pudo haber primado el dictado?

Posiblemente ya estando en el Siglo XXI, las dinámicas o estrategias de aprendizaje han cambiado, por ejemplo, el desarrollo de un debate (dos grupos que se enfrentan: bancada propositiva versus bancada contra – propositiva), donde parte de los participantes observa la demostración, para en otro momento ellos ponerlos en práctica, pero realmente debieran tomar notas, conociendo sus lados “flacos”;

En el caso de un video sobre la problemática y cuidado del medio ambiente, ¿solo ver? ¡No!, sería pertinente que se les entregase previamente una guía elaborada por el docente, de modo tal que la misma logre orientarlos para que el o la estudiante haga sus propios apuntes.

Tomar apuntes, no implica copiar textualmente todo lo que escuchamos del facilitador o mediador (el docente), sino ideas principales, esquemas, mapas conceptuales, que posteriormente al llegar a casa será necesario ordenar y ampliar haciendo consultas al libro de texto. ¿Y el papel de los padres, madres o tutores? Como siempre la contradicción equívoca, de que al “pisar terreno universitario”, sobre todo cuando se trata de estudiantes de nuevo ingreso, ya se desconecta la atención a éstos y… pasan a un periodo de incertidumbre.

Hay datos, derivados de estudios, de que el estudiante que escucha solo retiene el 5 % de la información y que en el transcurso de solo una hora (según la curva del olvido de Ebbinghaus), cuando los datos que se enuncia son solo datos, hechos sin sentido o aprendizajes mecánicos) se olvida el 50 % de aquel 5 %, es decir, si le preguntases como padre de familia, a tu hijo. ¿Qué viste en la universidad hoy? La respuesta posiblemente será: “¿Ah, eh, ¿esto?”.

 

El autor es Licenciado en Ciencias Pedagógicas.

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