Litzy Lilian Oropeza Higueras
El consumo de marihuana es uno de los problemas que enfrenta la juventud boliviana. En las unidades educativas, el consumo de marihuana ha crecido significativamente en los últimos años, especialmente en los jóvenes. De acuerdo con una encuesta realizada en 2020, el 14% de los jóvenes bolivianos la ha consumido al menos una vez en su vida. En este artículo, nos enfocaremos en el consumo de marihuana en jóvenes estudiantes de colegio en Bolivia y los efectos que puede tener en su salud y bienestar, esto ha llevado a que se tenga que tomar medidas para solucionar este problema.
Uno de los motivos por los cuales ha aumentado el consumo de esta yerba en las unidades educativas, es el fácil acceso a la droga. En Bolivia la marihuana se ha convertido en un estupefaciente fácil de conseguir y con un precio accesible. Además, hay una tolerancia social hacia ella, lo que ha llevado a que se normalice su consumo. Esto ha provocado que los estudiantes piensen que fumarla no es un problema.
Según un estudio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el consumo de marihuana en jóvenes de colegio es cada vez más frecuente y temprano. La presión social y la curiosidad son las principales razones que hacen que los jóvenes comiencen a consumir esta sustancia.
Sin embargo, el consumo de marihuana presenta una serie de riesgos y consecuencias para la salud. Su uso frecuente puede afectar el desarrollo cerebral de los jóvenes, disminuir su rendimiento académico y aumentar la probabilidad de desarrollar problemas de salud mental. Además, ésta puede llevar a la dependencia de la droga, lo que se convierte en un problema a largo plazo.
El consumo de marihuana en jóvenes estudiantes de colegio puede tener un impacto negativo en su salud física y mental. Su uso frecuente puede llevar a problemas respiratorios, disminución de la memoria y concentración, ansiedad y paranoia. Además, el consumo temprano de esta yerba puede aumentar el riesgo de problemas de salud mental en la edad adulta, como la depresión y la esquizofrenia.
Es importante que los jóvenes estudiantes de colegio, reciban una educación adecuada sobre los riesgos del consumo de marihuana y otras drogas. Los padres y educadores también juegan un papel vital en la prevención del consumo de estupefacientes. Debemos trabajar juntos para informar y educar a los adolescentes sobre los riesgos y las consecuencias de consumir drogas, y proporcionarles apoyo y orientación si necesitan ayuda.
Para solucionar el problema del consumo de marihuana en las unidades educativas, es necesario tomar medidas. En primer lugar, es necesario educar a los jóvenes sobre los riesgos y consecuencias sobre su consumo. La educación debe ser integral y estar dirigida a los estudiantes, padres de familia y los docentes.
En segundo lugar, es importante que se realicen campañas de prevención del consumo de drogas. Estas campañas deben estar dirigidas a la población en general y deben enfocarse en la juventud. Estas operaciones deben ser creativas y utilizar estrategias que llamen la atención de los estudiantes.
Por último, es necesario que se intensifiquen las medidas de control para evitar el consumo y la venta de estupefacientes. Las autoridades deben trabajar en conjunto para crear un entorno más seguro en las unidades educativas y para evitar que los jóvenes tengan acceso a la droga.
El consumo de marihuana en jóvenes estudiantes de colegio en Bolivia es una problemática preocupante que debe ser abordada. Es importante tomar medidas para prevenir el consumo temprano de drogas y educar a los jóvenes sobre los riesgos y las consecuencias del consumo de las mismas. Juntos, podemos trabajar para asegurar un futuro más saludable y próspero para los adolescentes de toda Bolivia.
En conclusión, el consumo de marihuana en las unidades educativas en Bolivia, representa un problema que debe ser abordado de manera integral. Es necesario que se eduque a los jóvenes sobre los riesgos y consecuencias del consumo de esta yerba, que se realicen campañas de prevención sobre el uso de drogas y que se intensifiquen las medidas de control. De esta manera, podemos trabajar juntos para solucionar el problema y crear un entorno más seguro para nuestros estudiantes.
La autora es maestra de Comunicación y Lenguaje en la U.E. Juana Azurduy de Padilla “A”. Sucre – Bolivia.