Al observar nuestra pequeña biblioteca llena de libros y analizar los títulos elegidos por sus autores (muchos de ellos célebres), se nos vineron a la mente variadísimas ideas, un tanto graciosas.
Cuando vuela la imaginación, esos pensamientos salen del cerebro como si estuvieran emergiendo del famoso cuerno de la abundancia de la mitología griega.
Y entonces, esos títulos son asociados rápidamente con todo lo que vemos y oímos todos los días en nuestro suelo riquísimo sólo en recursos naturales. De lo demás: inteligencia, justicia, sentido común, ética y otros aspectos positivos, mejor es no comentar.
Aquí esas ideas que en realidad son comparaciones próximas a lo absurdo.
-“Don Quijote de la Mancha” de Cervantes: existen poquísimos quijotes que sueñan con un país donde impere una verdadera justicia. Pero lo que abunda es la presencia de Sanchos politiqueros que actúan pensando solamente en su bienestar, alimentándose de un suculento plato llamado “presupuesto nacional” y olvidándose del inocente, candoroso e ingenuo pueblo que los lleva a donde están, con su voto.
– “La isla del tesoro” de Stevenson: es el Banco Central, donde su contenido en billetes, dólares y lingotes de oro es motivo de insomnio para politiqueros zurdos y diestros. Antes había una buena cantidad de libras esterlinas, pero que…
-“La vida es sueño” de Calderón de la Barca: son muchos charlamentarios que despiertan sólo para cobrar sus elevadas dietas, calentar el asiento y levantar las manos.
-“El mentiroso” de Corneille: es el recuerdo de las muchas mentiritas a que nos tienen acostumbrados cada cuatro años, todos los que sabemos.
-“Tartufo” de Moliere: en esta vida, a cada paso uno se encuentra con unos y otros simuladores. Y ya también sabemos quiénes.
-“El criticón” de Gracián: nos recuerda a todos los politiqueros cuando están en la oposición. Después, felices días manipulando el “maravilloso instrumento del poder”.
-“El infierno” de Dante: la política nuestra de cada día (insultos, agresiones, denuncias sobre coimas, corrupción, etc.).
-“Metamorfosis” de Kafka: políticos y parlamentarios (en el momento de aprobar leyes con ocultas intenciones.
-“Odisea” de Homero: los ciudadanos que realizan trámites en oficinas públicas.
-“El viejo y el mar” de Hemingway: el pueblo boliviano esperando justicia sobre el tema del mar.
-“Admonición y combate” de Vargas Vila: la lucha del pueblo cruceño.
-“Prometeo encadenado” de Esquilo: nuestro pueblo aprisionado en una cumbre montañosa y sus entrañas devoradas por un enorme buitre (la injusticia).
-“El hombre que ríe” de Víctor Hugo: los micreros paceños que se ríen de las disposiciones de Tránsito.
-“Cuentos fantásticos” de Hoffmann: “lucha con la contra la corrupción”, “caiga quien caiga”, “está en proceso de investigación”, “habrá justicia”, etc.
-“Un mundo feliz” de Aldous Huxley: ahí es donde todos quisiéramos vivir.
-“Los insaciables” (¿o insociables?) de Lindsay: los transportistas urbanos de Chuquiago Marca.
-“Viaje al centro de la tierra” de Julio Verne: un lugar a donde muchos quisiéramos huir para no ver ni oír escandalosos noticieros de la TV.
CUENTOS INFANTILES
-“Pinocho” de Collodi: los politiqueros que cuando hablan, sus narices les crecen hasta medir un metro (más o menos).
-“La Caperucita Roja” de Perrault: una simpática ex presidenta es perseguida y engañada por el lobo malo del cuento (un juez de color azul).
-“Alicia en el País de las Maravillas” de Lewis Carroll: la vida en un país con entradas folklóricas, desfiles, bloqueos y politiquería floreciente.
OTROSÍ
Hay más sobre el tema. Pero, como dijo un sastre: “para muestra un botón”.
El autor es dibujante, escritor y periodista.