La diputada española Valentina Martínez dice que el partido Podemos de Pablo Iglesias usó a Bolivia como un “laboratorio político”, donde hizo experimentos que quería usar en España y en otros países.
Lo que nos viene a revelar que, por ejemplo, aquello de “Estado plurinacional” es una fórmula que Podemos quería experimentar en un conejillo de Indias dispuesto a recibir la dosis de su experimento.
Iglesias intentó hacer el experimento en otros países, como Venezuela y Nicaragua, pero los dictadores locales lo rechazaron con el argumento de que no querían destruir sus repúblicas ni burlarse de los pueblos aborígenes.
Pero este científico político encontró en Bolivia alguien que estaba dispuesto a cometer esas atrocidades contra su país y contra los pueblos indígenas, para lo que fue necesario redactar una nueva Constitución que incorporase esas aberraciones y otras más.
Los habitantes de este conejillo de Indias nos preguntamos ¿qué quiere decir, en la práctica, aquello de “Estado plurinacional”?, ¿cómo funcionan las 36 “naciones” inventadas para el experimento, o es que sólo existen para justificar absurdos discursos de los que aceptaron someter al país a ese experimento?
Y están quienes hacen la observación de fondo: ¿en qué quedó la construcción de la nación boliviana en la que se estaba avanzando desde 1825?
El científico español ha sufrido, junto a su partido, una derrota apabullante, un desahucio, una sentencia de muerte, en las elecciones del 28 de mayo, lo que descarta la posibilidad de que pueda avanzar en su intención de convertir a España en otro “Estado plurinacional”.
Los voceros del partido Podemos han enmudecido y se niegan a hacer una autocrítica. Se refugian en acusaciones contra el periodismo, el “poder mediático”, algo que también han enseñado en los países a donde llegaron como asesores, donde repiten la cantaleta de culpar a los medios de comunicación de todo lo que les sale mal.
Iglesias llegó a recibir millones de dólares de Hugo Chávez, de los que hay documentos que fueron exhibidos en España, pero no se sabe cuánto cobró del MAS boliviano por la redacción de la nueva Constitución.
El proyecto de esa Constitución no tenía errores ortográficos, lo que descarta que hubiera sido escrito por masistas, y apunta a los miembros del equipo de Iglesias, entre ellos un tal Monedero, que no perdona ningún pago.
Pero ahora se presenta la pregunta de qué se va a hacer con el “Estado plurinacional” ahora que el partido español dueño de la idea ha muerto. Los votos de los españoles han condenado a muerte a ese partido. Habrá que esperar que los votos de los bolivianos hagan lo mismo con los que compraron las ideas locas del “coletas”.
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