Una casi ordenada y alegre entrada del Gran Poder se vivió la pasada jornada, cuando miles de bailarines recorrieron las calles y avenidas paceñas como muestra de fe y devoción al Señor Jesús del Gran Poder (Tatita). Desde tempranas horas de la mañana, con una ofrenda a la Pachamama (Madre Tierra) y una comitiva liderada por el alcalde paceño, pasantes y representantes de los folkloristas, comenzó la entrada de la Festividad del Gran Poder 2023.
Aunque, al inicio se advirtieron algunos baches en el recorrido con el pasar de las horas, hubo momentos en los que se hicieron menos visibles gracias al apoyo de funcionarios ediles, efectivos de la Policía, personal de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder (Acfgp) y los 35 drones que se habilitaron para los controles.
Como estaba planificado, el recorrido inició poco más de las 7:00 y de forma correlativa comenzaron a descender las fraternidades que derrocharon alegría, fe y devoción, a su paso. La primera, que tenía trajes combinados en lila y negro, caretas brillosas y con figuras de osos y ángeles, fue la Diablada Tradicional Unión de Bordadores que lideró el paso de las comparsas en el centenario de la devoción, siendo un de las más antiguas con 97 años de vida.
“Bailamos por fe y devoción al Tatita del Gran Poder”, expresó el pasante de la fraternidad, Oscar Condori. En tanto que, el fraterno del bloque Amaba, Manuel Monje contó que es muy devoto del “Tatita” y que le agradece su protección.
“Sigo bailando, tengo 76 años y dos infartos, realmente el señor del Gran Poder y la fe que le tengo hizo que vuelva a caminar y estar bien”, expresó.
Con las horas, las presentaciones prosiguieron y los espectadores disfrutaron de danzas como morenada, salay, waca waca, doctorcitos, caporales, pujllay, incas, tobas, tinku, llamerada y cullaguada, entre otros.
“Llevo 10 años bailando y siempre se atrasaban los grupos, ahora estamos casi en la hora que debíamos. Me parece que se hicieron bien las cosas, aunque si falta mejorar en otras”, indicó Rafael integrante de los caporales Shoppistas en Gran Poder.
Las calles y avenidas de la ruta, se coparon de espectadores quienes acompañaron con palmas y hasta baile a los fraternos. “Es un orgullo estar presenciando esta entrada. Ha mejorado mucho, no se están retrasando tanto como antes y me encanta la alegría con la que pasan y te contagian”, señaló Luis Medina, mientras admiraba el paso de las danzas en un asiento que adquirió por la calle Illampu.
Ya por el centro de la ciudad, cerca al ingreso de la avenida Camacho, un grupo de jóvenes también compartía la alegría de los danzarines. “Somos amigos de la universidad y nos gusta el folclore”, indicó uno de ellos.
Cada fraternidad buscó la manera de distinguirse y mostrar sus mejores pasos y trajes, las que pasaron en horas de la noche, por ejemplo, no dudaron en usar accesorios como luces de colores para hacer más vistosos sus trajes.
“Es mi tercer año bailando junto a mi bloque Elegancia en esta entrada y mi primer año acompañando a esta prestigiosa morenada Espectacular Transporte Pesado. Entramos al final, pero eso no nos quita las ganas de bailar por nuestro ‘Tatita’ cumpliremos por él”, señaló un fraterno mientras iniciaba el recorrido que, seguramente, culminó a primeras horas de hoy.
CURIOSIDADES
Muy temprano, las calles cercanas al Cementerio General se vieron cerradas porque cientos de comerciantes apostaron sus negocios. El corte de vía inició a la altura de la cancha El Tejar y todo el ingreso hacia la avenida Baptista, desde donde inició la entrada.
Uno de los rubros más solicitados, no solo por mujeres pues también los varones esperaban turno, fue el de las peinadoras y maquilladoras. Las expertas en embellecer a los danzarines armaron sus espacios con todo lo necesario para dar brillo al rostro de los fraternos.
Ximena, una joven experta contó que estuvo desde las 5:30 buscando el espacio adecuado para armar su negocio. “Los bailarines vienen apurados y otros con tiempo, por eso venimos temprano a armar y luego atendemos hasta la noche, porque quieren retoques (…) el costo varía de acuerdo con el tipo de maquillaje que eligen”, indicó.
Como ya estaba anunciado, más de 5.000 efectivos de la Policía Boliviana cumplieron su labor de resguardar la seguridad de los danzarines y los espectadores. Desde temprano, a la cabeza del Comandante General, Álvaro José Álvarez Griffiths, realizaron tareas de supervisión y control a lo largo del recorrido. La misión fue permanecer hasta que la actividad culmine.
Lamentablemente, se presentaron casos de personas en estado de ebriedad que generaron ciertos altercados, varios de ellos fueron conducidos a instalaciones policiales de la avenida Pando.
“Están mareados y molestan a las personas y a los bailarines. Les pedimos que se retiren y los estamos acompañando para que salgan”, señaló un oficial mientras, con sus colegas, alejaban a dos jóvenes ebrios que estaban por la plaza Eguino.
Los alimentos siempre son necesarios para completar una buena jornada de baile, música y alegría. Cientos de comerciantes se apostaron al inicio y final del recorrido, pero muchos otros estuvieron en calles adyacentes.
También había los que ofrecían comida, postres o bebidas deambulando por toda la ruta de la entrada. “Para la comida hay no más venta, se sirven mientras esperan su turno”, señaló la señora Remedios quien preparó platos típicos como fricasé, sajta y falso conejo.
El Prado paceño se cerró y todo el trayecto estuvo copado de comerciantes quienes ofrecían comida, bebidas, sándwiches, prendas de vestir, postres de helado, tortas y más variedad de productos.
Según la comuna paceña, se espera un movimiento económico de alrededor de 50 mil dólares.
Algo que definitivamente fue positivo y novedoso para realizar controles en la entrada del Gran Poder, fue el uso de drones. La partida de los aparatos se realizó en la avenida Baptista, desde donde varios de los equipos despegaron para cumplir su labor.
De acuerdo con informe de la comuna paceña, fueron 35 drones los que permitieron identificar baches en cinco puntos de la entrada y en esos lugares se acelera el paso.
Algunos sectores de la avenida Baptista, calle Illampu, avenida Montes, Pérez Velasco y Obelisco, presentaron largos espacios entre las fraternidades, por lo que, una vez notificados por los drones, funcionarios ediles o de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder iban a esos lugares para agilizar el paso.
Asimismo, se identificaron puntos de venta de bebidas alcohólicas en vía pública, asentamientos ilegales y publicidad no autorizada, entre otros aspectos.
