Por Angélica Carranza
A pesar de nuestra evolución, seguimos siendo bastante primitivos en algunos de nuestros comportamientos al momento de sentirnos atraídos hacia alguien. La seducción es un arte que no sólo se limita a la apariencia física y las habilidades sociales. Es común escuchar la frase “todo entra por los ojos”. Sin embargo, desde mi rol, me gusta decir “todo entra por la nariz”. Tanto el aroma propio, que son las mismísimas “feromonas” que se activan una vez que alguien nos gusta, así como los aromas de los perfumes juegan un papel importantísimo en este proceso de seducción y la elección del perfume, por ende, tiene un impacto significativo.
Pero ¿cuál es la clave del éxito de un perfume cuando de seducción se trata? Nada más y nada menos que la capacidad que tienen los aromas para detonar emociones y sensaciones placenteras en el cerebro humano.
Tan simple y tan complejo como eso. Y de esta manera incentivamos la memoria olfativa ya que dependiendo del impacto que tengamos en los demás, podemos llegar a ser inolvidables gracias a un “simple aroma”. Así que, en mis años de experiencia en perfumería, hemos llegado a la conclusión que los perfumes que se perciben como atractivos, sensuales y seductores son aquellos que generalmente contienen notas que se perciben más cálidas, dulces y provocativas entre las que se incluyen, la vainilla, el ámbar, el caramelo o el chocolate; algunas maderas como el sándalo y el patchouli; y, algunas notas de especias picantes como la pimienta, la canela o el cardamomo.
Ahora, si entramos a nuestro nuevo perfume Temptation Black, hemos logrado una perfecta combinación de varias de las notas antes mencionadas, la pimienta negra, picante y fresca a la vez para despertar la atracción, la nota provocativa del cacao natural de la mejor calidad, dulce y muy cálida y el fondo perfecto de cedro negro que le otorga el nivel de masculinidad y sofisticación para el hombre moderno.
En resumen, elegir el perfume adecuado desempeña un papel crucial en el juego de la seducción. La neurociencia ha respaldado por años la idea de que los olores influyen definitivamente en nuestras emociones y sensaciones, y son capaces de construir recuerdos que a lo largo del tiempo pueden permanecer intactos lo que no sucede con ninguno de nuestros otros sentidos. Esto, tiene definitivamente un impacto significativo en nuestra interacción con otras personas. Y como bien lo dijo Coco Chanel, “No es posible la elegancia sin perfume. El perfume es el accesorio invisible, inolvidable”.