Razer ha presentado su nuevo Kitsune Arcade Controller aprovechando el lanzamiento de Street Fighter 6, se trata de un mando especialmente pensado para juegos de lucha con el que poder realizar combos y movimientos ultra rápidos sin complicaciones. Sin embargo, detrás de este clásico mando de arcade se esconde una peculiaridad demasiado evidente que no dejará a nadie indiferente: no dispone de joystick de control.
Más allá del sistema de luces la principal peculiaridad de este Kitsune Arcade Controller es que no cuenta con uno de los principales elementos que han dado vida a este género en recreativas. Se trata del joytick, un elemento de control que facilitó la vida a muchos jugadores y que a día de hoy es un componente que los más avanzados en la materia prefieren evitar.
La razón no es otra que la demora que provoca tener que mover el joystick de un lado a otro, unos milisegundos que son cruciales en torneos profesionales y que muchos jugadores prefieren ahorrar con métodos más rápidos y efectivos. Así nacen los hitbox, controladores compuestos únicamente por botones que permiten respuesta inmediata en cada acción.
De ahí que Razer opte por un diseño tipo hitbox en su controlador arcade, para conseguir ofrecer el mejor control posible enfocado en la rapidez de las acciones.
El fabricante ha utilizado switches ópticos para que cada pulsación sea lo más rápida posible, obteniendo acciones increíblemente rápidas.
La ventaja de eliminar el joystick y contar únicamente con botones ópticos es que el grosor del dispositivo es extremadamente delgado, lo que lo convierte en un periférico bastante fácil de transportar, algo que no suele ocurrir con controladores arcades profesionales.
Este Razer Kitsune cuenta además con certificación PlayStation, por lo que será un mando compatible oficial con PS5.