Las virtudes fortalecen a los pueblos del mundo

Para la creación de todas las notables expresiones del arte y las ciencias en todos los tiempos se ha requerido valentía, constancia y deseo de alcanzar perfección por parte del ser humano. Solamente con esas virtudes y otras se ha podido conseguir obras tan importantes que, conforme pasa el tiempo, pueden quedar en sitios privilegiados de arte o ciencia, para beneficio de la humanidad.
Sin mayor análisis, se llega a la conclusión de que todo radica en valores y principios que hacen avanzar a los pueblos, porque conforman la fuerza interior con la que se llega a vencer dificultades y escollos que aparecen en el camino de la realización de productos de gran belleza y enorme utilidad.
Consta a generaciones de cada época que lo alcanzado por la civilización es resultado de estudio, dedicación y fortaleza interna de habitantes que han buscado mejores condiciones de vida para poblaciones donde se han asentado familias en busca de progreso. Muchas generaciones de hombres y mujeres han logrado sitiales que les obligan a multiplicar sus esfuerzos para cosechar, pasado algún tiempo, lo que se han propuesto, comprobando que nada es imposible cuando la voluntad prevalece para hacer realidad los proyectos individuales o colectivos, cuyo conjunto impulsa el desarrollo de las naciones.
Países que nacieron como pequeños poblados han conseguido avanzar en todo sentido, mediante el estudio y el esfuerzo de sus habitantes, porque nada les cayó de las nubes, sino que ellos por sus propias decisiones y dedicaciones consiguieron progresar y ser ejemplo para otras colectividades.
Por todo lo mencionado, cuánto bien para la humanidad se podría lograr si en cada país se fomentara principios y valores que son indispensables para caminar en sentido correcto por la ruta hacia el desarrollo sostenido. Es decir, si gobernantes y gobernados cumplieran sus roles de la mejor manera. Los primeros elaborando y aplicando estrategias para el bienestar general, sin reparar en odiosas diferencias políticas, sociales, etc. Y los segundos, contribuyendo con ideas para que sean atendidas las necesidades urgentes de sectores sociales, particularmente de los más vulnerables, de aquellos que no pueden salir por sí mismos de niveles de pobreza que resultan intolerables.
Y qué cambio notable mostraría el mundo si los seres humanos dejaran de enfrascarse en conflictos bélicos por intereses económicos, geopolíticos o para lograr hegemonía, sin observar que en varias regiones hay poblaciones agobiadas por la miseria, la desnutrición y otros males para los cuales se requiere con urgencia medidas de apoyo internacional. En todo caso, corresponde seguir pregonando que es muy importante, en todo tiempo, cultivar en los seres humanos virtudes y principios que nos pueden guiar hacia una mejor existencia para todos.