Las ciudades de El Alto y La Paz nuevamente se vieron afectadas por el desabastecimiento de la gasolina y el diésel, que generó nuevamente caos e incertidumbre en la ciudadanía. En varios surtidores se registraron largas filas de vehículos y otros ni siquiera abrieron por la falta del combustible, esta situación fue atribuida por los conductores del transporte público y privado a la inoperancia de la estatal petrolera del país.
Por otro lado, los conductores de cisternas reclamaron que, en la planta de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) Senkata de El Alto no les cargaron combustible para la distribución a los surtidores de ambas ciudades.
Entretanto, un reporte de Unitel dio cuenta que en la zona Sur el panorama fue diferente, la venta de gasolina fue normal, contaban con 26 mil litros para abastecer el carburante y que esa cantidad les dura un día, por lo que esperaban el arribo de otra cisterna en horas de la tarde.
Por otro lado, en diferentes zonas de La Paz y El Alto, desde la semana pasada, las amas de casa y la ciudadanía advirtieron la escasez de las garrafas con gas licuado de petróleo (GLP), debido a que los carros gaseros circulan en menor número. Ante esta situación los vecinos de Río Seco salieron a bloquear y en otras zonas se registraban filas.
EL DIARIO en un recorrido por algunos sectores de La Paz y El Alto pudo advertir que hubo poca circulación de vehículos que transportan GLP, tampoco había el producto en tiendas o almacenes, en los que suelen venderlo hasta en Bs 30 o más.
Por su parte, el director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Germán Jiménez, aseguró que el abastecimiento ha sido normal y que el mercado paceño tiene autonomía de seis días, empero no logró cubrir la demanda la población. Sólo se limitó a culpar por la situación a la especulación por información inadecuada.
