Inquietud por falta de maquinaria agrícola

Podrían fracasar todos los proyectos elaborados para que muchos campesinos retornen a las áreas agrícolas si no se les provee de equipos y herramientas, además de asesoramiento de agrónomos. Es decir, que los habitantes de zonas rurales esperan que las autoridades o mandos medios del gobierno nacional cumplan con asegurar la provisión de lo necesario para la producción agrícola, en cuanto a oportunidad, cantidad y calidad. Según funcionarios de los organismos estatales respectivos, aún no se ha “armado el equipo de ingenieros agrónomos” para completar lo previsto.
Se explicó en algunas dependencias ministeriales que se ha hecho pedidos de cotizaciones para maquinaria y equipos, herramientas, abonos y semillas, además con detalles en cuanto al tipo y calidad de lo que se necesita. Toda esta labor deben cumplirla los encargados de llevar a cabo los planes propuestos. Finalmente, aún no se sabe si los presupuestos han sido calculados por quienes tienen esa tarea.
Los proyectos con miras a reocupar las áreas abandonadas en extensas zonas agrícolas y apoyar a campesinos asentados en diversos sitios, están supeditados a la provisión de maquinaria, herramientas, abonos y semillas por parte de las autoridades; pero se corre el peligro de incumplimientos por falta de suficientes recursos económicos, de ser así, se perjudicaría todo el plan agrícola. Lo importante es saber qué está todavía en estudio, cuánto se tiene avanzado, qué presupuesto existe y cuánto hay asegurado por parte de las casas importadoras de maquinaría y otros elementos básicos para estimular la intensificación de labores en el agro. Por supuesto, hay muchas cuestiones complementarias que deben ser atendidas, además de convocar al personal que ya se encontraba trabajando para conocer otras necesidades.
No conviene defraudar nuevamente a las comunidades del campo que, en reiteradas oportunidades, han recibido la promesa de ser dotados de lo necesario para trabajar. El gobierno de turno debería encargarse seriamente de hacer lo que debe para que los campesinos tengan otra vez confianza en que serán mejoradas sus condiciones de vida. También se espera el apoyo de la actividad privada para atender y equipar debidamente a quienes trabajan en las áreas rurales. No entender estos problemas ni hallar soluciones de manera seria implicaría dejar que otra vez las áreas rurales queden libradas a un abandono irresponsable.
Para la población del país, en todo caso, es urgente recuperar el nivel de productividad de las áreas rurales, tomando en cuenta que cada vez, por ejemplo, es mayor la cantidad de alimentos que llegan de países vecinos, tanto de manera legal como por contrabando, en desmedro de los productores nacionales que, ante esa poderosa competencia, se ven obligados a migrar o cambiar de actividad para subsistir.