sábado, noviembre 16, 2024
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Lecturas olvidadas

En 1982, el presidente Ronald Reagan visitó Brasil y en su discurso confundió el nombre de ese país.
Dijo que saludaba a todos los bolivianos. Una ofensa para el país “mais grande do mundo”, o por lo menos de esta región.
Fue motivo de burlas de los periodistas brasileños, con frases como “nosotros, los bolivianos”.
Cuando avanzaba en su discurso, seguramente porque alguien le hizo notar el error, Reagan dijo que, bueno, es que él iba a visitar luego Colombia y por eso su confusión.
Es decir que siguió cometiendo errores, sólo por el hecho de que Sudamérica es, para mucha gente, no sólo para los norteamericanos, una región con muchos países, no tantos como África, pero más o menos.
En una especie de mapamundi humorístico hecho en esa temporada sobre la confusión de los norteamericanos acerca de nuestros países y sus nombres, sobre el mapa de Bolivia estaba escrito “Olivia Newton Jones”.
Todo esto a propósito del lapsus del presidente Luis Arce que fue a Villa Montes a celebrar lo que él dijo que era la “paz del Chaco”, que puso fin a la “guerra con Ecuador”.
Es cierto, Bolivia ha tenido guerras con todos los vecinos, como se observa por el tamaño de su territorio, porque todas las perdió.
En la guerra imaginada por Arce con Ecuador, se podría decir, Bolivia no perdió ningún territorio, gracias a Dios.
Lo curioso es que él leyó el discurso. No advirtió el error antes de leerlo y siguió hablando a pesar de los silbidos de los chaqueños.
Al parecer, la explicación está en el hecho de que el presidente tiene quien escribe sus discursos y en este caso se habría tratado de un ciudadano venezolano, o quizá cubano.
Se descarta que hubiera podido ser un escriba argentino, porque los argentinos tienen muy clavado, en el fondo de sus conciencias, al Paraguay.
El episodio deja abierta la duda de la atención que pone el presidente a sus lecturas, ya sea que las haga en voz alta o no.
Unos días antes de aludir a la Guerra del Chaco hizo otro homenaje, el enésimo en lo que lleva de presidente, a Carlos Marx, el alemán que puso su nombre, como autor, a un libro escrito por Friedrich Engels.
El presidente dijo que, inspirado en El Capital, su propósito político es imponer en Bolivia el “socialismo comunitario”, que no figura en ese libro.
Engels no lo había mencionado, pero este anuncio significa que en el proyecto de Arce figura la eliminación de la propiedad privada en Bolivia.
Es una advertencia, no un lapsus.

Siglo21bolivia.com

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