domingo, septiembre 1, 2024
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Sin el MUJA no estaríamos celebrando el Año Nuevo Andino

Los primeros estudiantes aymaras que logran ingresar a la Universidad Mayor de San Andrés a fines de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado, deciden organizar el Movimiento Universitario Julián Apasa (MUJA), integrado por Raymundo Tambo, Constantino Lima, Quintín Apaza, entre otros, pero con el cierre de las universidades públicas por la dictadura del Gral. Banzer se diluye el accionar de esta organización.

En el año 1978, al reabrirse nuevamente la UMSA, una nueva generación de estudiantes aymaras, conformada por Germán Choque Condori (Inka Waskar Chukiwanka), Ramón Conde, Martha Orozco, Eduardo Conde, Sebastián Mamani, Ruth Flores, Z. Quispe C. y otros, reorganizan y refundan el MUJA para realizar una serie de actividades, como participar con candidatura propia en las elecciones para la Federación Universitaria Local (FUL-UMSA). El MUJA también organiza su propia representación política, que es el Partido Indio (PI) e inscribe sus candidatos propios en la Corte Electoral.

Los integrantes del MUJA trabajan arduamente para difundir el uso de la wiphala, cuando incluso el campesinado de aquel entonces se resistía a su uso. Los integrantes de esta organización, también organizan y realizan por primera vez el restablecimiento del Machaq Mara o Mara T’aqa en Tiwanaku. Asimismo, los miembros del MUJA, por iniciativa de Germán Choquehuanca, crean la Universidad Indígena Tawantinsuyu en la ciudad de El Alto, que lamentablemente fue cerrada por los enemigos de los pueblos indígenas, del gobierno de Evo Morales. Por su parte, otros miembros del MUJA, como Ramón Conde y Carlos Mamani, impulsan la reconstitución de los ayllus, markas y suyus y el sistema de autoridades históricas a través del Taller de Historia Oral Andina.

A estas alturas del tiempo, tanto en el área rural, así como en las principales ciudades del país y otras fuera de nuestras fronteras, cada 21 de junio se viene celebrando el MACHAQ MARA o Año Nuevo Indígena, con una serie de actividades programadas por las diversas organizaciones culturales, vecinales, estudiantiles, por autoridades de los propios ayllus y a partir del año 2011 un decreto dispone que sea feriado nacional esta fecha, con la denominación de Año Nuevo Andino Amazónico.

La restitución de la celebración del Machaq Mara o año Nuevo andino, fue iniciada a principios de los años 80 del pasado siglo, por un reducido grupo de estudiantes indígenas aymaras del Movimiento Universitario Julián Apasa (MUJA) de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), cuando un 20 de junio de 1981, se trasladaron hasta Tiwanaku y al amanecer del día 21 de entonces, recibieron con las manos extendidas los primeros rayos solares. Entre los participantes de este emprendimiento podemos mencionar al ex diputado indígena y fundador de la Universidad Indígena Tawantinsuyu, Germán Choquehuanca, Eloy Chávez TUNUPA, Ramón Conde Mamani, Blas Condori y otros miembros del MUJA, junto al jiliri Rufino Phaxsi y familia, que fueron los iniciadores de la primera ceremonia de recepción al inti tata.

A partir de ese entonces, la concurrencia a Tiwanaku fue creciendo año tras año con la participación de muchos otros sectores, incluso de visitantes de otros países. Posteriormente, estas celebraciones han ido generalizándose en diversos puntos del país, como Oruro, Potosí, Cochabamba, La Paz, El Alto y otras regiones del campo y las ciudades de todo el antiguo Qullasuyu y del Tawantinsuyu, ya que también se festeja en el norte chileno, el Perú y en el norte argentino, entre otras regiones.

A diferencia del año nuevo occidental, el Machaq Mara (Año Nuevo Indígena), el día 21 de junio es la transición que separa al año que concluye del que viene. El calendario indígena qhichwaymara, que es lunar, está dividido en trece meses, cada uno de los meses es de 28 días y el día que queda suelto es el Mara T’aqa, que en aymara quiere decir: mara (año) y t’aqa que proviene del verbo t’aqaña (separar, romper…). Y precisamente ese día es el 21 de junio.

Se debe aclarar que cada cultura celebra su año nuevo en diferentes fechas, por ejemplo, los árabes, judíos, etc., tienen sus propias fechas y la celebración del año nuevo cada 1 de enero, proviene del calendario gregoriano.

En el año 1982 se edita el primer calendario indígena MARA WATA con Depósito Legal Nº 263/81, cuya elaboración correspondió a Germán Choquehuanca, colaborado por Domingo Jiménez, Javier Condoreno Cano, Zenobio Quispe y en los dibujos se menciona a Mario Coaquira. Mara en idioma aymara y Wata en quechua significan en ambos casos, en idioma castellano como año. La elaboración de los nombres indígenas aymaras, quechuas, guaraníes, etc., tanto para varones como para mujeres que consigna el calendario MARA WATA, fue realizado en reuniones de medio día y en otras horas por miembros del Movimiento Universitario Julián Apasa de la UMSA, cuya sistematización correspondió a Germán Choquehuanca.

La celebración del Machaq Mara o Año Nuevo Andino, va promoviendo y consolidando la espiritualidad de las mayorías indígenas de las ciudades y del área rural, a través de las prácticas de ritualidad, de la luqta, la ch’alla, etc., que se van realizando en esta fecha en honor al Padre Willka o Inti Tata y a la Madre Cósmica Pachamama, como una forma colectiva de compartir y de relacionamiento entre los runas y los jaqis del campo y sobre toda de las ciudades, donde los indígenas están mayoritariamente, que van acompañadas de peticiones a las Waqas, Achachilas, a la Pachamama, Inti Tata, para que les vaya bien a todos en las diferentes actividades, ya sean agrícolas, comerciales, profesionales, en la familia, la salud, etc., etc.

Actualmente esta celebración ha alcanzado connotación internacional, cuando residentes bolivianos, peruanos, ecuatorianos en Europa y otros países del mundo también realizan diversas actividades relativas a esta fecha.

A estas alturas del tiempo transcurrido desde la iniciación de Machaq Mara sería importante señalar que los iniciadores del Machaq Mara fueron los miembros del Movimiento Universitario Julián Apasa de la UMSA. De no haber existido el MUJA-UMSA, tal vez hoy no estuviéramos celebrando cada 21 de junio este acontecimiento; incluso para justificar y sustentar teóricamente esta celebración, sus miembros después de una investigación y aporte colectivo, logran publicar el MARA WATA con inclusión de cientos de nombres aymaras, quechuas y otros de tierras bajas. Los participantes en la elaboración del primer Mara Wata están consignados en la primera edición de este importante aporte, que posteriormente fueron copiados y hasta plagiados, sin mencionar siquiera este importante trabajo.

 

El autor es comunicador Social.

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