La noche de San Juan es una fecha que para muchos canes se convierte en un gran tormento por la constante detonación de material pirotécnico en diferentes puntos de la ciudad.
Sebastián Ordóñez, médico veterinario y zootecnista, explica que este momento incómodo para las mascotas se manifiesta de acuerdo al tipo de animal.
En el caso de los perros, por ejemplo, la sensibilidad al sonido se puede reflejar de diferentes formas como el jadeo o caminar por la casa. En casos más severos les pueden dar ataques de pánico, tratar de escapar o volverse agresivos.
“Lo recomendable es comenzar a sensibilizar al perro a estos sonidos, es decir, poniendo grabaciones de sonidos similares y hacer un refuerzo como darle galletas o aplaudir cuando tome decisiones acertadas frente a esos sonidos”, señala el profesional.
Ordóñez aconseja no mimar al perro durante esos momento, porque eso genera un condicionamiento emocional, en otras palabras: sabrá que cada vez que se asuste será consentido y mimado generando una codependencia hacia el amo.
Si la mascota es demasiado sensible al sonido, buscar lugares aislados y ambientar el lugar con música tranquila, cerrar las cortinas para que esté más calmada.
Cómo afecta el ruido intenso a los perros
Cabe señalar que los canes son capaces de escuchar sonidos a una distancia más grande que los seres humanos y en un rango de frecuencias bastante mucho más amplio. Por lo cual, los sonidos muy intensos pueden causar grave daño en su sistema auditivo.
Es preciso comprender que la vivencia sonora que tienen los perros con los fuegos artificiales no es la misma que ellos captan con los relámpagos durante una tormenta. Los cohetes y demás fuegos pirotécnicos, al hallarse más cerca del terreno, producen más vibraciones y son capaces de generar más estrés en nuestro perro.
Otros cuidados
Cuando sea una temporada del año en la que se acostumbre encender fuegos pirotécnicos vale la pena tomar algunas previsiones.
No es aconsejable dejar al perro fuera del hogar. Tampoco hay que dejar amarrado al can, puesto que tendrá la sensación al percibir el estruendo de que no hay modo de escape y se hará más daño tratando de evadirse. También es buena idea hacerle un espacio en el interior de la casa para que pueda refugiarse cuando se sienta temeroso por la pirotecnia. Este sitio especial puede hallarse debajo de un mueble o en una habitación, donde se encuentre alguna prenda de nuestra ropa. Con este elemento, al olfatearlo, el perro se sentirá más protegido y tranquilo.
Hay que hacer lo posible por actuar de modo normal cuando se dejen oír las explosiones. El can tiene confianza en su dueño y buscará una reacción en la persona que más confía cuando suceda cada explosión.
Finalmente, es recomendable salir con el perro una hora o dos antes de que inicien los fuegos artificiales para que el animal capte que todo está bien y que no hay riesgo alguno fuera de la casa. No solo lograremos que el can utilice energía, se canse un poco para que posteriormente duerma mejor, sino que también ayudaremos a que libere estrés y llegado el momento no sufra con la pirotecnia.