La Agencia de Naciones Unidas para las Personas Refugiadas de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) denunció que entre los siete palestinos muertos por disparos del Ejército de Israel durante la operación en la ciudad cisjordana de Yenín figuran dos niños refugiados residentes en la localidad.
El organismo indicó que los menores son un niño de 15 años que era alumno en una escuela preparatoria de la Unrwa en Yenín y una menor de catorce años que estudiaba en una escuela femenina de la agencia en esta misma ciudad, fallecida ayer a causa de las heridas de bala sufridas durante la redada.
Recalcó también que condena la violencia que estalló durante una operación de las fuerzas de seguridad de Israel que rápidamente derivó en una confrontación amplia entre las fuerzas israelíes y actores palestinos armados, que implicó el uso de al menos un artefacto explosivo de fabricación artesanal y el disparo de armas explosivas desde un helicóptero.
«Estos sucesos subrayan el punto hasta el que las condiciones de seguridad se están deteriorando con rapidez en la Cisjordania ocupada y el impacto desproporcionado del conflicto sobre los refugiados palestinos», dijo la Unrwa a través de un comunicado publicado en su página web.
Por ello, reclamó a todas las partes que eviten utilizar estos métodos violentos que ponen en peligro la vida de la gente, a veces causando su muerte, antes de especificar que los enfrentamientos se saldaron además con daños materiales en 75 viviendas de refugiados en Yenín.
En esta línea, hiso hincapié en que la Unrwa, registró ya el mayor número de refugiados fallecidos, incluido el mayor número de niños refugiados fallecidos, en un solo año desde 2005, cuando Naciones Unidas empezó a documentarlos de forma sistemática.
«Las cifras más altas de fallecidos entre los refugiados antes de este año fueron registradas en 2022», destacó, a tiempo de aseverar que son necesarias medidas inmediatas para evitar un mayor incremento de la violencia en los campamentos de refugiados y evitar una mayor pérdida de vidas.
El Ejército de Israel afirmó que la operación tenía como objetivo detener a los citados sospechosos. La redada derivó en enfrentamientos armados, en el marco de los cuales estalló un artefacto explosivo al paso de un vehículo militar israelí, lo que llevó a Israel a lanzar una operación logística para evacuar a soldados y vehículos atrapados en la zona.
Por su parte, el portavoz de la Presidencia de la Autoridad Palestina, Nabil abu Rudeina, acusó a Israel de cometer una masacre y argumentó que la operación es un intento de hacer explotar el área y arrastrarla a un contexto la violencia. Por ello, sostuvo que la comunidad internacional, y el Gobierno estadounidense en particular, debe intervenir para detener inmediatamente esta locura israelí. (Europa Press)