En un contexto económico mundial negativo, Bolivia liderará los índices de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de la región y mantiene su previsión para cerrar el año 2023 con un crecimiento del 4,86%, según el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
La economía global continúa atravesando una coyuntura compleja en lo que va de 2023. La inflación aún se encuentra por encima de las metas de varios países, cuyos bancos centrales mantienen altas las tasas de interés, desalentando el consumo y la inversión. A esto se suma la elevada incertidumbre que generó la quiebra de bancos en Estados Unidos y la demora en el incremento del techo de endeudamiento del tesoro de ese país.
En este contexto, varias economías ya registraron un crecimiento negativo en el primer trimestre de 2023 como, por ejemplo, Alemania, Taiwán, Hungría y Polonia; asimismo, en la región, Perú y Chile anotaron una contracción de su producto en el primer cuarto del año.
Hasta el cierre de 2023, los organismos internacionales prevén que la desaceleración económica se acentúe y generalice, debido a la continuidad de la guerra en Ucrania, el endurecimiento de las condiciones de financiamiento, la moderación de los precios de los commodities y el estrés de endeudamiento que afectaría a varias economías de ingresos bajos.
En este entorno externo complejo, la economía boliviana continúa en la senda de la reconstrucción y reactivación económica. Algunos indicadores muestran esta continuidad, así como la fortaleza de su estabilidad.
El valor de ventas y/o servicios facturados en restaurantes, hoteles y transporte aéreo registran valores superiores a los de la pasada gestión. Al mes de abril de 2023 el valor de ventas en los restaurantes llegó a $us 203 millones, en tanto que el de los hoteles fue de $us34 millones y el transporte aéreo facturó $us 141 millones. Una muestra de que se mantiene el dinamismo de la demanda interna de la economía boliviana.
Por otro lado, se mantiene la inflación controlada protegiendo los ingresos de la población. Al mes de mayo, la inflación acumulada fue de 0,6%, gracias al esfuerzo que hace el Gobierno para mantener la subvención de la gasolina, diésel y alimentos, principalmente. Este indicador permite a Bolivia tener la segunda inflación más baja en relación a los países vecinos.
La solidez del sistema financiero es una muestra de la estabilidad económica de Bolivia. Al mes de marzo, los ahorros en las entidades financieras llegaron a $us 31.792 millones y los créditos mantienen una dinámica creciente con una variación positiva de 8% respecto a marzo de 2022.
Es más, el propio Banco Mundial –en su informe Perspectivas Económicas Mundiales de junio 2023– posiciona a Bolivia entre las tres economías con mejor proyección de crecimiento de la región con 2,5% para 2023, por encima de Perú, Uruguay, Colombia y Brasil. Asimismo, prevé que Argentina y Chile presenten tasas negativas de crecimiento con -2,0% y -0,4%, respectivamente.
Bolivia es una de las economías que mostró una importante resistencia a los embates de la crisis internacional, provocada por el conflicto bélico entre Rusia-Ucrania, y los esfuerzos del gobierno seguirán enmarcados en evitar que las consecuencias del panorama externo afecten a las familias bolivianas, sostiene una publicación del Ministerio de Economía.
Bolivia liderará los índices de crecimiento del PIB de la región
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