Luego de derogar el Decreto Supremo con el que se designó a Eduardo Del Castillo como titular del Ministerio de Gobierno en noviembre de 2020, a causa de la censura emitida por la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), el presidente del Estado, Luis Arce Catacora, restituyó a la autoridad en el cargo. El hecho fue considerado como un acto de desmerecimiento a la labor del parlamento.
El primer mandatario justificó su determinación en lo estipulado por el texto constitucional en su artículo 172, sobre las atribuciones del presidente, asegurando que no existen normas vigentes que le impidan designar a sus colaboradores.
«En este momento no existe ninguna normativa que nos impida hacer esto y por eso el gobierno nacional tomó esta decisión», afirmó.
Asimismo, cuestionó los supuestos intentos de desestabilizar su gestión desde la Asamblea Legislativa. «El pueblo boliviano ha entendido esta intencionalidad de trabar y entorpecer la gestión para que salgamos mal parados, no se dan cuenta que en realidad al único que perjudican es al pueblo boliviano», dijo.
Por su parte, Del Castillo afirmó que su censura en la ALP fue una puñalada por la espalda por parte de algunos asambleístas del partido azul, quienes se unieron a la oposición para atacar la gestión de Arce y provocar una ruptura constitucional. «Quienes dijeron ser compañeros de la revolución decidieron traicionarla», sostuvo.
Desde la oposición, se recibió esta ratificación como una señal de la falta de respeto que el Ejecutivo tiene al trabajo fiscalizador de la ALP y la consolidación de la pugna interna en el Movimiento al Socialismo, misma que es casi seguro, provocará más rencillas entre los bloques del partido azul.
«La pugna interna del MAS debilita la institucionalidad a sus niveles más bajos en la historia de Bolivia. El golpe a la Asamblea Legislativa tendrá consecuencias para la Gestión de Luis Arce y los posibles cercos legislativos serán una opción para el evismo», señaló el diputado Marcelo Pedrazas.
Por su parte, la diputada Luciana Campero, calificó esta acción como un desprecio del Gobierno que atenta contra la democracia en el país. «Luis Arce y Del Castillo, le dan una estocada a la democracia y declaran la dictadura abierta en Bolivia. Su burla equivale al cierre del Parlamento», manifestó la legisladora desde sus redes sociales.
Ayer, de forma previa al acto de restitución, el presidente Arce había emitió el Decreto Supremo 4974, con el cual destituyó a Eduardo Del Castillo como ministro de Gobierno.