Tatiana Añez
Recientemente nuestro gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho (Creemos), hizo pública una carta desde su injusto encierro en la prisión de Chonchocoro de la ciudad de La Paz, donde propone alternativas federales para luchar contra un Estado centralista que asfixia cada vez más a los departamentos y retarda su desarrollo y progreso. Las propuestas del gobernador Luis Fernando Camacho no sólo son beneficiosas para el departamento de Santa Cruz, sino también para los otros ocho departamentos que conforman nuestro gran país. Lo lamentable es que el ministro de Obras Públicas, Servicio y Vivienda, el exdiputado cruceño Edgar Montaño, salió a criticar la carta del gobernador y la tildó como carta de amor, faltando el respeto a una autoridad electa y que representa el liderazgo de una de las tres bancadas parlamentarias de nuestro país. El ministro en vez de cuestionar las declaraciones del gobernador a través de su escrito, debería preocuparse por las toneladas de droga enviadas desde nuestro país, del Aeropuerto Internacional Viru Viru, a España o de las serias denuncias de corrupción en la ABC (Administradora Nacional de Carreteras).
Las mal llamadas cartas de amor son sólo una propuesta para la mejora del país. Es preferible una carta de amor y compromiso hacia Bolivia y no una expresión de odio, como vocifera un ministro que es muy cuestionado, por cierto, incluso dentro de las filas del Movimiento Al Socialismo (MAS). Se necesita más amor a Bolivia y compromiso con ella, como expresa nuestro gobernador Camacho, y menos lenguaje de odio y burla, como expresa el gobierno a través de su cuestionado Ministro, recientemente interpelado por la Asamblea Legislativa.
Debemos entender que la propuesta de Camacho se la puede discutir con ideas y no con agresión. “Las ideas se combaten con ideas”, pero con esta actitud queda demostrado que el gobierno, lamentablemente, carece de ellas.
Tatiana Añez es Diputada.