Los análisis efectuados por la Cámara de Industrias, Comercio y Servicios de Santa Cruz (Cainco) y la Fundación Milenio coinciden que la caída de los ingresos de la venta del gas es una de las principales causas de la incertidumbre económica que vive el país y se suma el alza del gasto público que ahonda la crisis. Ante ese panorama adverso ambas entidades plantean la eliminación del subsidio, fortalecer la agroindustria, así como los servicios y el turismo.
Cainco asegura que la producción de hidrocarburos ha caído casi un tercio desde mediados de la década pasada, ocasionado por un marco normativo inamistoso con la inversión en el sector y la falta de gobierno corporativo en las empresas estatales relacionadas. Esto ha implicado una disminución de los ingresos fiscales y externos, así como menor producción de líquidos para su procesamiento como combustible.
Entretanto, Milenio señala que los principales problemas que aquejan a la economía boliviana son: la fragilidad de la posición externa, reflejada primordialmente en la escasez de dólares, el elevado déficit fiscal y su financiamiento principalmente con crédito del BCB, la debilidad y el riesgo de estancamiento económico, un ambiente de desconfianza en la conducción de la economía y en las condiciones que enmarcan la actividad económica y productiva.
Por otro lado, el Ministerio de Economía recientemente sostuvo que en un contexto económico mundial negativo, Bolivia liderará los índices de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de la región y mantiene su previsión para cerrar el año 2023 con un crecimiento del 4,86%.