Buscar acuerdos para evitar postergaciones

En las últimas décadas se ha observado en nuestro país que muchas obras fueron postergadas debido a discrepancias de carácter político. Es decir que se ha dado curso a obras que generalmente favorecían a sectores afines al oficialismo, quedando casi en el olvido aquellas que debían ser iniciadas en regiones consideradas de oposición a los designios del oficialismo. Tal situación ha dado lugar a medidas de protesta, como marchas, paros y bloqueos de calles y carreteras en varias zonas del país.
Al respecto, es necesario remarcar que en todo tiempo es urgente atender las necesidades de todas las regiones del territorio nacional, cuyas poblaciones no soportan más demoras por parte de las autoridades locales y nacionales. Por ello, corresponde buscar acuerdos con los departamentos, por ejemplo, para no descuidar una importante tarea, que es la construcción de caminos en el país, así como la mantención permanente de otras vías donde hoy se observa deterioro. También se debería pensar en la restitución del servicio de ferrocarriles, medio de comunicación que facilita el traslado de pasajeros y transporte de carga. Y es que se requiere especialmente la vertebración entre zonas productoras y centros de consumo de productos agrícolas y otros. De esta manera también se podría mejorar el servicio de transporte en Bolivia.
En consecuencia, es urgente cumplir con los planes para interconectar el país con una red ferroviaria; lo que no se hizo hasta ahora más por conveniencias políticas o sectoriales, que comerciales o económicas. Este factor ha impedido que se realicen esos proyectos para vertebrar por tierra al país y que fueron concebidos hace varias décadas. Por otra parte, en algunos casos, obras viales fueron iniciadas por varios gobiernos, pero quedaron inconclusas o quedaron poco después en malas condiciones por deficiencias en la construcción o por falta de presupuesto.
Por todo lo mencionado podemos colegir que, conforme pasa el tiempo, es más difícil concretar en su totalidad obras concebidas para su servicio inmediato a la comunidad nacional, considerando que no siempre hay épocas de bonanza. Además, cuando hay suficientes recursos económicos, no se da prioridad a la construcción o mantenimiento de carreteras. Es mucho lo que queda para hacer, sin embargo, por falta de visión se recurre a postergar obras muchas veces con argumentos inverosímiles, quedando el país sujeto a juegos políticos o regionales que solo favorecen a grupos adherentes a esferas de poder. Si realmente se quiere gobernar para beneficio de todos, esta situación debería ser cambiada, en aras de alcanzar los fines propuestos efusivamente cada vez que son posesionados nuevos gobernantes en nuestra Patria. Y la mejor manera para ello es buscar acuerdos en todo el territorio nacional para emprender las obras que son de urgencia y que no deberían ser postergadas por diferencias ideológicas.