Las fallas y los retrasos en el servicio de la línea aérea estatal Boliviana de Aviación (BoA) se convirtieron en prácticas habituales y no hay autoridad de regulación que ponga las cosas en orden a pesar de las quejas de los usuarios. Además, aumenta el pedido de la población de una empresa privada para tener más opciones y no depender del monopolio de la empresa pública.
Recientemente se registraron incidentes en aeropuertos internacionales, en donde BoA también presentó problemas e hizo esperar a pasajeros por más de 5 horas.
Carlos Valverde B. en su @CFValverde señala que: “BOA; hace unos días, no abría la puerta de bodega del avión: 5 horas de espera. Anoche: no encendió el Avión en Miami? Los cambiaron de avión para hoy en la mañana pero no hay gasolina? Ni un vaso de agua a los pasajeros y amenazas con policías por protestas. Va todo bien (dicen)”.
Ante el masivo reclamo por vuelos retrasados, en su momento, la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) anunció que recibiría un plan de la línea estatal para evitar estos inconvenientes, pero a la fecha se desconoce si recibieron o si fue sancionada.
En su momento, en sus redes sociales el economista y docente de la Universidad Católica Boliviana, Gonzalo Chávez, cuando habló de la Gestora Pública y los cinco candados que tiene para no ser vulnerada, que a propósito dijo que todas las llaves las tienen los políticos del MAS, indicó que las entidades regulatorias no cumplen sus funciones, y dio como ejemplo a la ANH con respecto a YPFB.
Esa descripción sería lo mismo que estaría sucediendo con la ATT, pues las quejas suman y las sanciones o acciones contra la empresa estatal no se consuman, el mal servicio y los retrasos continúan.
Como se recordará, las entidades del estado por todo lado impidieron el ingreso de nuevas empresas al mercado nacional para que el monopolio lo maneje sólo BoA; en su momento el Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) quiso volver al mercado, pero lo frenaron con deuda de tributos. La gente ya pidió el ingreso de una nueva empresa para poder elegir y no depender solamente de la línea estatal.
En su editorial del 19 de mayo de la presente gestión, Correo del Sur señala que (…) los tres incidentes registrados en la última semana, y al menos siete en el año en curso, a un punto tal que se ha llegado a poner en peligro la seguridad de los pasajeros de los vuelos involucrados. Definitivamente, la seriedad de BoA está en entredicho y no se advierte que las autoridades a cargo vayan a cambiar esta situación.
“Los sucesos no han sido menores. En un caso, el avión no pudo despegar por fallas técnicas; en otro, hubo un aterrizaje tan fuerte que se rompió una pieza fundamental de un ala, con el consiguiente pánico entre los pasajeros. Lo peor de todo es que estos graves incidentes no configuran la única complicación en las operaciones de la empresa estatal en cuestión. Fue el mismo ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, quien detalló que el año 2022 se reprogramaron el 15% de los vuelos, 4 puntos por encima de lo que ocurrió en 2021. Se trata de más de 5.500 viajes que afectaron a miles de pasajeros en un solo año”, señala la nota.
BoA no levanta vuelo y problemas técnicos persisten
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