Llegó como favorito del torneo, hizo el trabajo que se precisaba y festejó. Estados Unidos concedió su dominio en el fútbol femenino y se quedó con la Copa Mundial disputada en Francia, en el 2019.
Con el título, Estados Unidos consiguió su cuarta estrella y aumentó la diferencia con respecto a Alemania, que tiene dos campeonatos
Estados Unidos, que se prepara para la Copa Mundial femenina 2023, en Australia y Nueva Zelanda, tuvo un rendimiento prácticamente perfecto en Francia 2019. Ganó los siete partidos, convirtió 26 goles y solo recibió tres.
En la campaña, Megan Rapinoe se lució y quedó en los libros grandes del torneo. Fue elegida la mejor jugadora, además de ser la máxima goleadora junto a Alex Morgan, con seis tantos.
En la final, Rapinoe marcó el primer tanto ante Países Bajos para aportar en la victoria por 2 a 0. El equipo dirigido por Jill Ellis tuvo una primera ronda cómoda, con una goleada a Tailandia (13 a 0), Chile (3 a 0) y un buen triunfo contra Suecia (2-0).
A partir de octavos de final, la historia fue más compleja. En la primera instancia le ganó 2 a 1 a España. En cuartos, superó 2 a 1 a las locales, mientras que consiguió su pasaje a la final luego de vencer 2-1 a Inglaterra.
Con el título, Estados Unidos consiguió el segundo bicampeonato de la historia del torneo, tras lo conseguido por Alemania en las ediciones 2003 y 2007.
Estados Unidos buscará el pentacampeonato en Australia y Nueva Zelanda 2023. (FIFA)