miércoles, julio 3, 2024
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La fotografía de Oppenheimer, escrita y dirigida por Christopher Nolan

Oppenheimer es la cuarta colaboración de Christopher Nolan y Hoyte van Hoytema, quien también fue el director de fotografía de Interstellar, Tenet y Dunkirk, siendo nominado al Óscar® por esta última. La filmografía de Van Hoytema también incluye Her, Spectre, y Nope. “Mi mayor reto con Oppenheimer reside en que es muy diferente de las otras películas que he hecho con Chris”, dice van Hoytema. “En Interstellar, Dunkirk y Tenet hay un énfasis en la acción. Oppenheimer es más como un thriller psicológico; depende de los rostros de sus personajes”.
• “El estilo de fotografía que Hoyte y yo adoptamos para esta película debía ser muy sencillo y a la vez muy impactante”, explica Nolan. “No hay barrera entre el mundo de la película y el público, ni una estilización obvia aparte de las secuencias en blanco y negro. Pero particularmente en las secuencias en color, queríamos una fotografía simple y sin adornos, lo más natural posible, que revelara montones de texturas del mundo. Ya fuera en el vestuario, los sets o en las locaciones, lo que se observa es la complejidad y el detalle del mundo real”.
• Oppenheimer se rodó exclusivamente con cámaras de gran formato —Panavision® 65mm y IMAX® 65mm. “La fotografía de gran formato ofrece, ante todo, nitidez”, afirma Nolan. “Es un formato que permite que el público se sumerja por completo en la historia y en la realidad hacia la que lo estás llevando. En el caso de Oppenheimer, es una historia de gran alcance, gran escala y gran envergadura. Pero también quería que el público estuviera en las salas donde sucedió todo, como si estuvieran allí, manteniendo conversaciones con estos científicos en estos momentos tan importantes”.
• Las escenas en blanco y negro requerían la invención de un nuevo tipo de película. “Una de nuestras primeras llamadas fue a Kodak”, comenta van Hoytema. “Les preguntamos: ‘¿Tienen película en blanco y negro de 65 milímetros?’ Y, evidentemente no la tenían, porque nunca antes la habían fabricado. Entonces, les preguntamos: ‘¿Pueden hacerla?’. Ellos contestaron: ‘Es probable’. Y nosotros no paramos de fastidiarlos pidiéndoles que la hicieran. Para nuestra fortuna, ellos aceptaron el reto. Nos suministraron un prototipo de película —recién fabricada, con etiquetas escritas a mano— y cuando la probamos, la primeras impresiones que vimos nos dejaron boquiabiertos. Fue tan especial y tan hermoso”.
• El rodaje se convirtió en un ambicioso experimento para producir un drama centrado en el ser humano con las cámaras más grandes del mundo. “Por lo general, IMAX® es un formato que se usa para los espectáculos, para presentar vistas panorámicas y transmitir grandeza”, dice van Hoytema. “Pero desde siempre he sentido curiosidad por descubrir si puede ser igual de potente cuando se utiliza para primeros planos. ¿Es posible filmar psicología? ¿Podemos hacer de esto un medio íntimo? Con Oppenheimer ha habido una evolución. Fue la primera película en la que me vi obligado a demostrar con acciones lo que he defendido con la palabra y hacerlo realidad, porque la historia así lo exigía”.
• Dada la película de gran formato y los dos tipos diferentes de material, tanto en color como en blanco y negro, el reto de crear Oppenheimer con múltiples formatos continuó en la posproducción, ya que la película tuvo que ser editada, corregida de color e impresa para IMAX®, en presentación digital y estándar.

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