domingo, julio 28, 2024
InicioSeccionesOpiniónLos ingresos que genera nuestro espacio aéreo

Los ingresos que genera nuestro espacio aéreo

Steve Mario Ramos Medina

El tema es apasionante por su origen y debido a que nuestro espacio se delimita elevando líneas imaginarias hasta la atmósfera desde los puntos que conforman una línea y ésta a su vez es la frontera publicada. Solo este sistema causa admiración por su capacidad imaginativa y solución inteligente a la delimitación de todos los espacios aéreos en el mundo, de soberanía de las diferentes naciones; esta cogitación la estableció el Derecho Aeronáutico.
Nuestro espacio aéreo, cuando es sobrevolado por las diferentes líneas aéreas, para cumplir la máxima aeronáutica de que las rutas de vuelo se superan en línea recta; deben erogar al Estado Boliviano un régimen de tasas de sobrevuelo, establecidas previamente; está sobreentendido que este tráfico es lícito, autorizado y de acuerdo con los itinerarios de las líneas aéreas. Estos conocimientos, con mayor profundidad se los estudia absolviendo una especialización en Derecho Aeronáutico.
Ahora bien, estos ingresos considerables, en los países organizados y disgregada su atribución en el ámbito que gestionan, son gastados e invertidos exclusivamente en el mejoramiento y la modernización incesante de la aeronáutica que, como reza su esencia, es dinámica y no admite dilaciones en la implementación de nuevos equipos, preceptos técnicos y regulatorios.
En nuestro país, para pesar de los que aman y ejercen la aeronáutica por varias décadas y de la propia ciudadanía, estos ingresos, desde antiguo, se malversados en el mantenimiento de aeropuertos deficitarios y para devengar salarios administrativos, en lugar de invertir en ítems estrictamente aeronáuticos, como la compra anual de nuevos radares, pues los actuales son de buena calidad, empero, insuficientes para cubrir los más de un millón de kilómetros cuadrados de nuestro territorio. Escribo de buena calidad, pues son de la misma factoría que utiliza toda la Unión Europea para su denso tráfico aéreo, que no es poco.
No se debe traslapar que es una tácita malversación, acorde la tipología jurídica, debido a que el Estado, en diferentes gobiernos, sin conocimiento exigible de la aeronáutica, invierte estos ingresos de nuestro generoso espacio aéreo en otros menesteres y urgencias presupuestarias.
Esta realidad irrefutable debe conocer la población, que es el usuario activo y potencial como mercado cautivo del transporte aéreo y a resultas, el que impulsa la evolución de la aviación civil y por decantación de toda la industria aeronáutica.
Los ingresos de los sobrevuelos generados por nuestro espacio aéreo, deben ser administrados por la institución establecida y legítimamente aeronáutica, es decir, dirigida por mujeres y hombres con probados conocimientos para gestionar. Esta institución debe estar sometida a independientes y rigurosas auditorías por sorpresa.
La población inquirirá sobre los aeropuertos deficitarios y su causa eficiente. La respuesta es porque las autoridades que dirigen la política aeronáutica y la fiscalización nunca han promocionado nuestros aeropuertos en el exterior, con un equipo de expertos en gestión de aeropuertos y capacidad negociadora, que los tenemos, para ofrecer tarifas de servicios aeroportuarios integrales que entusiasmen a las líneas aéreas extranjeras a fin de operar en Bolivia, debido a que la industria de la aviación civil es muy sensible a los costes y, una disminución en ellos, es determinante en la decisión.
Tampoco existe una política aeronáutica definida y con futuro, la cual debe entenderse como la teoría, el arte y la práctica de un gobierno que conduce la aeronáutica coherentemente, es decir, un comportamiento prudente y hábil para los determinados fines aeronáuticos, como sector estratégico.
Por esta gestión eficiente nos equipararemos con los avances de los países limítrofes y extra limítrofes; de manera similar, una sensata política aeronáutica contempla inversiones para el futuro, referentes a organización, equipos, formación técnica y académica y así generar la sucesión generacional, para que los jóvenes reciban el legado de la experiencia de mujeres y hombres que cumplieron con su aporte de eficiente gestión y valiosos conocimientos aeronáuticos, además de un acendrado amor al país.
Lo expresado, para detrimento de nuestro bello país, no se acomete, y se siguen dando tumbos con disposiciones anacrónicas, dilaciones inconcebibles en los tramites, permitiendo que, en un país mediterráneo, un sector estratégico como el que analizamos sea conducido por diletantes.

El Lic Av. Steve Mario Ramos Medina es Vicepresidente y Secretario General del Instituto Boliviano de Derecho Aeronáutico, Espacial y de la Aviación Civil.

ARTÍCULOS RELACIONADOS
- Advertisment -

MÁS POPULARES