El embajador de la República Argentina, Ariel Basteiro, y su esposa, Laura Crespo, recibieron a decenas de invitados en su residencia de Sopocachi, con motivo de celebrar los 207 años de independencia de su país, que se recuerda el 9 de julio.
En referencia a este acontecimiento, que se remonta a 1816, el Embajador dijo que tal vez es una de las fechas que más unen a argentinos y bolivianos, porque fue una construcción hecha por ambos pueblos, como una muestra de la historia común.
«A partir de ahí nuestros países crecieron, se independizaron, construyeron su destino y su futuro y seguimos camino, quizás con diferentes banderas, con diferentes fronteras, pero la hermandad y la amistad entre los pueblos y los gobiernos fue permanente y constante entre Argentina y Bolivia, y creo que tenemos que rescatar hoy esa hermandad y esa amistad», dijo el anfitrión entre otros datos.
El diplomático resaltó también el reciente encuentro en Iguazú entre los mandatarios Alberto Fernández y Luis Arce, «donde se firmó el primer tratado de amistad y cooperación entre Argentina y Bolivia, después de 198 años de historia independiente de cada uno de los países».
Por su parte, el canciller boliviano, Rogelio Mayta, presentó su saludo al pueblo argentino en representación del Gobierno.
Durante el programa conmemorativo, Roberto Romano y Luisa Kuliok recrearon parte de la obra «¡Juana Vive!» que se presentará el miércoles 12 de julio en el cine teatro 6 de Agosto.
Los invitados disfrutaron de las especialidades gastronómicas de la vecina nación, como el churrasco, los ñoquis, los choripanes y, como postre, productos de Arcor.
