La presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Amparo Carvajal, logró ingresar a la terraza a la sede del organismo, tras ser tomada de forma arbitraria hace más de un mes, situación que generó amagues de enfrentamiento entre activistas y grupos contrarios.
La octogenaria representante de Derechos Humanos, luego de permanecer 40 días en vigilia en puertas de las oficinas de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos en La Paz, subió por una escalera, se instaló en la terraza y aseguró que no se moverá del lugar hasta que se le restituya la propiedad del inmueble.
“Han abierto ahí su candado (de la puerta) para que yo me baje. Quieren sacarme, pero me sacarán muerta”, dijo Carvajal, sosteniendo un paraguas y en medio del pedido de un grupo de activistas que le decían que no se moviera de ese lugar.
En horas de la noche hubo tensión en cercanías de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia en medio de empujones y gritos entre policías y activistas que apoyan a Carvajal; posteriormente, la Policía utilizó gases contra activistas que llegaron hasta las oficinas de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos.
Por otro lado, la Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos para el Desarrollo de las Américas (Cidhpda), a través del comisionado para América Latina y el Caribe, Víctor Hugo Gutiérrez, convoca al pueblo boliviano a apoyar a la activista Amparo Carvajal.
Asimismo, reitera al Estado Boliviano que debe cumplir con su obligación de garantizar a los Derechos Humanos de todos sus ciudadanos mediante mecanismos que prioricen la vida e integridad humana, así como su bienestar y desarrollo social.