Katherine “Kitty” Oppenheimer (su apellido de soltera era Puening), papel que interpreta Emily Blunt, era bióloga, botanista y ya había estado casada tres veces antes de conocer a Oppenheimer en una fiesta en un jardín en San Francisco. Se casaron y tuvieron dos hijos: Peter y Toni. Durante los años que vivieron en Los Álamos, Kitty luchó contra la insatisfacción que le provocaba la maternidad, la soledad y la adicción.
A Blunt le intrigaba el rechazo de Kitty a las convenciones o expectativas sociales. “Kitty es un personaje que no habla trivialidades; habla de temas importantes”, explica Blunt. “Ella es complicada, volátil y fascinante, todo a la vez. Lo que realmente me atrajo de ella es la idea de una mujer que se negaba a conformarse con el ideal femenino de la época, por el cual tienes que casarte y tener hijos y apoyar a tu hombre; ese es tu trabajo y eso es todo lo que se te permite hacer. Ella desafiaba al sistema de una forma que se sentía tan moderna. Es que Oppenheimer es su cuarto marido, ¡y ella tiene unos 29 años cuando lo conoce! Encuentro que ella sólo quería brillar en la vida a su manera. Lo que sí creo es que ella encontró en Robert Oppenheimer a su par a nivel intelectual. En la relación había un respeto genuino. Ella era su absoluta confidente y su principal aliada a la hora de tomar grandes decisiones. Se apoyaba mucho en ella y su opinión era de suma importancia para él. Ella también era científica, y es el mejor ejemplo de una mujer de esa época con un cerebro brillante que se desperdició en la tabla de planchar, y sufrió por ello. Sin embargo, ella creía en Robert, lo adoraba, lo apoyaba, y era su mayor defensora”.
Aunque Blunt hurgó en las profundidades de American Prometheus para encontrar la visión de Kitty, afirma que el guion de Christopher Nolan y su estilo de dirección fue todo lo que necesitó para encontrar al personaje. “Chris escribió un personaje extraordinario para que me sumergiera en él”, dice Blunt. “Kitty estalló fuera de las páginas en dirección a mí; había algo colosal en ella como persona. Chris te da mucha libertad, como director, para explorar las vulnerabilidades de un personaje. Si ves a alguien atada a una especie de volatilidad, o si es agresiva o dura, siempre busco qué hay debajo de eso, de dónde viene y cuántas cosas puedes interpretar en este momento para que no sea sólo de ira. Se trata de dolor, se trata de humillación, se trata de sentirse expuesta. Todas esas cosas estaban ahí para que yo las encontrara, y tenía la libertad creativa para explorarlas”.
Blunt afirma que la química fue fácil para ella y Cillian Murphy, ya que ambos trabajaron juntos no hace mucho en A Quiet Place Part II, película en la que sus personajes desarrollaron un estrecho vínculo y lucharon contra demonios de otro tipo. “Esta era mi segunda película con Cillian y como ya habíamos trabajado juntos, nos sentimos cómodos y confiábamos el uno con el otro”, relata Blunt. “Fue muy fácil interpretar a una pareja casada tan unida y con espíritus tan afines. Estar a su lado en una escena, con alguien que no tiene ego, concentrado en servir, que sólo quiere crear algo bueno y verdadero contigo, fue una experiencia increíble”.
Kitty Oppenheimer, papel que interpreta Emily Blunt
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