Es algo difícil tener buenas fotografías con la sobreexposición, pero existen formas en las que este tipo de instantáneas pueden ser creativas.
Cunado lanzamos una fotografía con sobreexposición, en prácticamente todas las situaciones tendemos a borrarla sin darle una mínima oportunidad. Este tipo de foto suele dar como resultado la pérdida de detalle e imágenes que tienen una calidad bastante mejorable.
Existen formas por las que este tipo de instantáneas pueden ser creativas, bonitas y con mucho encanto al verlas. Es evidente que requieren práctica, pero no es imposible.
¿Qué es la sobreexposición?
En el momento en el que una foto se sobreexpone, significa que se deja entrar demasiada luz a la instantánea.
Esto puede suceder porque se haya utilizado una velocidad de obturación excesivamente lenta, por ejemplo. También puede ser que se haya aumentado demasiado la ISO del dispositivo, lo que tendrá como consecuencia el que aparezca la sobreexposición en la fotografía.
Aunque la sobreexposición es algo que la inmensa mayoría de las personas que hacen una fotografía lo evitan, lo cierto es que en ciertas situaciones y de ciertas maneras, podemos conseguir que sean creativas y se vean unas buenas fotos.
Suele ser algo que los fotógrafos evitan, pero en realidad puede usar la sobreexposición de una manera creativa. Veamos algunas opciones que tenemos para que nos guste tener el medido de luz alto.
En lugares con nieve a la hora de realizar un viaje es una buena oportunidad para este tipo de fotos. En el momento en el que queremos hacer una foto a una zona donde ha caído nieve, la sobreexposición será sumamente útil para darle un toque más espectacular a las fotos.
Al sacar una foto de la nieve, el resultado ha dado un color más bien gris que el blanco propio de este tipo de paisaje. Pues bien, si conseguimos que la foto esté ligeramente sobreexpuesta, gracias la velocidad, a la ISO o abriendo el medidor de luz a 0 e incluso algo más, podremos tener unas instantáneas muy bonitas. Si hay mucha claridad posiblemente no necesitamos nada y la foto ya adquiera un cierto toque de sobreexpuesto muy natural. Si la luz no es espectacular, debemos jugar con la ISO y poner una velocidad de obturación más lenta.
Otra de las características donde mejor podemos aprovechar la sobreexposición es en ciertas fotografías en blanco y negro. Sobreexponer este tipo de foto puede dar como resultado fotografías con mucho cuerpo y con una fuerza que sobresale nada más que se mira por primera vez. Podemos incluso usar el brillo para darle un toque incluso más persistente, permitiendo que se vea más lucida y contundente.
Los días en los que el sol es el gran protagonista, también podemos servirnos de la potencia con la que emite y así lograr impresionantes fotografías donde la sobreexposición puede estar en un primer plan, otorgando un difuminado realmente bonito.
También podemos usar este tipo de luz diurna para envolver una silueta dentro de una zona sobreexpuesta y tener una instantánea con un haz lumínico realmente espectacular.
Las fotos con sobreexposición pueden aumentar la valía de la instantánea, siempre y cuando estuviera planeado, sabiendo cuáles son algunas de las mejores situaciones para conseguirlo.