Por Laura Chacón-Garbato
La piel y el cabello juegan un papel muy importante en nuestra salud y bienestar general. La primera, además de ser el órgano más grande de nuestro cuerpo, es la principal barrera contra los agentes patógenos del ambiente y ayuda a prevenir la pérdida de líquido, por lo que debemos mantenerla saludable y protegerla de la luz ultravioleta. Mientras que, el cabello nos proporciona aislamiento térmico, enfriamiento y nos protege de la radiación ultravioleta.
El estado de la piel y del cabello se ve afectado por tu dieta, tu edad y las condiciones ambientales. Hay algunos de estos factores que no puedes controlar, como el envejecimiento o el clima, pero puedes cuidar lo que comes para favorecer la piel y el cabello.
Existen diversos nutrientes como la proteína, los antioxidantes, las vitaminas y el colágeno que pueden mejorar la salud. Las personas con piel y cabello hermosos suelen tener hábitos saludables a diario.
Consume alimentos ricos en proteína para reparar tus células
Cada célula requiere proteína para mantenerse viva. También es el material principal usado para “reemplazar” las células muertas o desgastadas. Tus músculos, el cabello, las uñas, la piel y los ojos están hechos de proteína. Una dieta baja en este macronutriente puede, con el tiempo, causar la pérdida de tono de la piel, el adelgazamiento del cabello, y la aparición de arrugas mucho más marcadas de lo que sería razonable por la edad.
Incluye en tu dieta pollo, carne, pescado, soya, tofu y batidos de proteína, que también son una excelente opción para el consumo de proteína.
Vitaminas A, C y E
Si bien la proteína es esencial para lograr cabello y piel saludables, las vitaminas con sus propiedades antioxidantes, tales como las vitaminas A, C y E, también son fundamentales.
La deficiencia de cualquiera de estos micronutrientes puede afectar la salud de tu piel que fácilmente muestra los efectos del daño oxidativo, y los antioxidantes han demostrado ser excelentes en la protección de la piel contra este tipo de daños.
-Vitamina A: Existen dos tipos: los retinoides (vitamina A preformada) y los carotenoides (provitamina A). El hígado convierte ambos tipos en retinol, el cual estimula la producción de nuevas células cutáneas y evita la caída del cabello.
Las frutas y verduras ricas en pigmentos amarillos y rojos son buenas fuentes de vitamina A, así como las verduras de hoja verde.
-Vitamina C: Es esencial para que el cuerpo pueda producir naturalmente su propio colágeno. Cuando existe una deficiencia de vitamina C, se produce colágeno inestable, que proporciona un marco estructural débil para la reparación de los tejidos. La vitamina C también juega un papel importante en la formación de ciertos lípidos que ayudan a reconstruir la epidermis, la capa externa de la piel, cuando se daña.
Las frutas cítricas, tales como la naranja y el limón, los pimentones, frutillas, brócoli y el kale son buenas fuentes de vitamina C.
-Vitamina E: Funciona como antioxidante que rompe cadenas, debido a su capacidad de expulsar rápidamente a los radicales antes de que puedan reaccionar con otros lípidos, poniendo así fin a la propagación de los procesos oxidativos en las membranas. Además, la vitamina E ayuda a fortalecer la función protectora de la piel.
Las semillas de girasol, almendras, maní, zapallo y el pimentón rojo son excelentes fuentes de vitamina E.
Tomar un multivitamínico diario también es una buena forma de asegurar que le estás brindando a tu piel los micronutrientes que necesita para tener un aspecto saludable.
Prueba alimentos y suplementos ricos en colágeno
En el proceso de envejecimiento, que comienza a mitad de los veinte, la piel sufre una pérdida progresiva de hidratación y comienza a ser cada vez más seca. Cuando esto ocurre, la dermis se vuelve más delgada, el tejido conjuntivo pierde firmeza y elasticidad, y las arrugas y bolsas comienzan a aparecer. El colágeno del cuerpo humano comprende entre el 25% y el 30% de su proteína total, de los cuales cerca del 75% es colágeno de la piel y es el responsable de darle a la dermis su estructura firme.
Algunos ejemplos de alimentos ricos en colágeno son las verduras de hoja verde, los vegetales rojos y amarillos, moras, frutas cítricas, pescado, pollo, claras de huevo, paltas, soya, porotos y el té blanco.
El colágeno también puede encontrarse como un suplemento nutricional. El colágeno hidrolizado, un tipo de colágeno que puede absorberse fácilmente en el torrente sanguíneo cuando se usa como suplemento, puede aumentar la elasticidad y la densidad de la piel, reducir las arrugas y favorecer una piel suave.
Por último ¡no olvides mantente hidratado!
¿Sabías que una parte importante del tejido de la piel está formada por agua? Entre el 25% y el 30%. Por eso, es importante beber muchos líquidos para evitar que la piel se seque y se deshidrate.
Cuando alimentas tu cuerpo por dentro y por fuera con los alimentos y nutrientes apropiados, tu cuerpo te agradecerá con un cabello y una piel jóvenes y radiantes, lo que resulta en una mejora del bienestar y la confianza.