La deuda pública de Bolivia va en crecimiento, sólo la externa en porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) bordea el 30%, mientras que la interna supera el 35%. De acuerdo a datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) la obligación total de la actual administración pasa el 77% sobre el PIB. El país se habría endeudado, en promedio, 2.000 millones de dólares cada año, desde el 2014 al 2023.
Uno de los datos curiosos de las estadísticas oficiales se observa con la cifra de la deuda bilateral con China, que según información del Banco Central de Bolivia (BCB) al 2022 está por debajo de los 1.500 millones de dólares, mientras otros informes internacionales señalan que la misma llegó, sólo hasta el 2020, a 3.500 millones.
Uno de los argumentos que señalan expertos internacionales es que el gigante asiático atrapa a los países a través de la deuda para operar en sectores estratégicos, Bolivia no está al margen pues ya hay dos empresas asiáticas y una rusa que tomaron en sus manos la explotación del litio, aunque el Gobierno asegura que tiene el control.
Ya Estados Unidos alertó sobre esta situación, que los chinos buscan tomar el control del litio, a la fecha tienen toda la cadena para elaborar baterías de litio.
Ahora, las autoridades del sector económico en cada conferencia de prensa sólo mencionan el porcentaje de la deuda externa con respecto al PIB, pero no brindan la información de la cifra, por ello se estima que esta bordeando los 15 mil millones de dólares.
El último reporte de deuda externa del BCB muestra que el 2022 Bolivia terminó con 13.300 millones de dólares. De acuerdo al desglose, señala que los préstamos alcanzan a 11.266,9 millones de dólares, mientras que los títulos de deuda suman 2.033 millones.
Entre tanto, la cifra de la multilateral alcanza a 9.166,9 millones de dólares y la bilateral a 2.020 millones. El mayor acreedor de los organismos internacionales es el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con 4.023,4 millones; segundo la CAF, con 2.985,5 millones; y en tercer lugar se encuentra el Banco Mundial, con 1.472,4 millones, según datos del BCB.
Mientras en el tema bilateral, China es el principal acreedor con 1.457,6 millones de dólares, sin embargo, otras fuentes indican que la cifra sería superior a los 3.000 millones, en segundo lugar está Francia con 431 millones.
Cifras
De acuerdo a información del FMI, la deuda neta a marzo de 2023 está en 239.020 millones de bolivianos, y en porcentaje del PIB representaría el 75,5%, mientras que la bruta alcanza a los 260.273 millones, en porcentaje del PIB es 82,3%.
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, explica que la neta representaría lo desembolsado, mientras que la bruta los compromisos de forma bilateral y multilateral.
Y en criterio de Romero, la deuda pública de Bolivia estaría en 85% respecto al PIB, pues suman todas las obligaciones y los pasivos que tiene que asumir la actual administración de Estado.
Hasta los Derechos Especiales de Giro (DEGs) también suman, ya que el Gobierno ya habría utilizado el 100% y tiene que renovar el monto con el Fondo Monetario Internacional.
Nuevos créditos
Hace unas semanas atrás, los diputados aprobaron el préstamo del BID de 500 millones de dólares y sigue en curso alrededor de 700 millones a ser aprobado. Los economistas y de la oposición señalaron que los recursos van para cubrir sus déficits y en gasto público, en menor cantidad a las obras públicas.
Sólo en la gestión de Jeanine Añez, la Asamblea Legislativa tenía en sus manos la aprobación de más de 1.000 millones de dólares, cuyos recursos estaban destinados a combatir la pandemia, pero los legisladores negaron el financiamiento.
Ahora nuevamente el legislativo tiene en sus manos la responsabilidad de endeudar más a Bolivia o presionar a recortar el gasto público, es decir, el número de funcionarios públicos, que pasan el medio millón de personas, además de los recursos que se destinan a las organizaciones sociales.
Los préstamos también tienen la misión de paliar la escasez de dólares en el mercado nacional, así como otras medidas que aplican las autoridades nacionales.