Lograr desarrollo nacional con aporte empresarial

Cuando en el país, como en el resto del mundo, los efectos del coronavirus van disminuyendo, se requiere resolver problemas de toda laya, muchos agravados por la pandemia. En el caso de los países pobres y subdesarrollados se necesita una dinámica especial, con miras a proseguir en busca del desarrollo, a fin de mejorar las condiciones de vida de millones de habitantes. El balance de la situación creada por el Covid-19 mostrará dificultades difíciles de enfrentar, pero con trabajo mancomunado se podrá hallar soluciones paulatinas. Por ello será indispensable que desaparezcan los grados de dejadez e irresponsabilidad que caracterizaron a varios gobiernos de turno, que mostraron falta de idoneidad y conciencia de país, al extremo de que, solo para favorecer a sus partidarios, se deshicieron de profesionales y empleados eficientes en la administración pública. Como consecuencia, particularmente en años recientes fueron conocidos numerosos casos de corrupción en entidades gubernamentales, así como gestiones deficientes de autoridades.
Tomando en cuenta la crítica situación económica actual del país, el gobierno tiene que obrar de manera honesta y responsable, convocando a todos los sectores sociales para iniciar un trabajo mancomunado. En ese sentido, es muy importante que el empresario privado reciba apoyo del Estado para que cumpla sus objetivos, como crear empleos y progresar, lo que no siempre fue posible por las dificultades e interferencias impuestas, particularmente por la burocracia estatal.
Todo momento es oportuno para que el empresariado nacional una sus esfuerzos a las del gobierno, para conseguir inversiones, tanto internas como foráneas, y poner en marcha políticas orientadas a la creación de empresas cuyos productos sean de muy buena calidad, para exportación. La creación de nuevos empleos será una forma de dinamizar la economía y fortalecer el desarrollo hasta conseguir que la expansión empresarial permita desterrar a la economía informal y, además, reducir al mínimo el letal negocio de fabricar drogas que causan tanto daño.
El gobierno, en conjunción con el sector privado, podrá dar pasos seguros en procura de fortalecer, por ejemplo, la producción agrícola y ganadera en el oriente y sacar del abandono a los campos productivos de occidente. Cuando existen las garantías y cooperación precisa del Estado, el empresariado nacional siempre ha respondido a las demandas y urgencias del país, contribuyendo con su trabajo al desarrollo. Hoy, con mayor apoyo, las organizaciones empresariales podrán no solo redoblar sus esfuerzos para resolver las dificultades que trajo la pandemia, sino conseguir que efectivamente el desempleo no siga creciendo, en perjuicio de miles de compatriotas que se ven obligados a emigrar en busca de medios de sustento.
Para ello las autoridades económicas tendrán que abandonar posiciones ideológicas y trabajar con el sector empresarial para encaminar al país hacia el desarrollo. Es la mejor manera para evitar que gente sin ocupación se dedique a actividades informales y, en algunos casos ilícitos, como el contrabando o el narcotráfico.