Aseguran que la economía está debilitada por escasez de dólares

Un informe de la Fundación Milenio asegura que la escasez de dólares debilita a la economía nacional, mientras el Gobierno resalta la baja inflación con un costo para los bolivianos de 2.000 millones de dólares en subsidios, sumado a esto el control de precios. El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, dio un informe sobre la estabilidad económica, en donde indicó que se va normalizando el tema de la divisa, pero sin datos del endeudamiento de Bolivia.
De acuerdo a un informe de Milenio, los principales problemas que aquejan a la economía boliviana son: i) la fragilidad de la posición externa, reflejada primordialmente en la escasez de dólares; ii) el elevado déficit fiscal y su financiamiento principalmente con crédito del Banco Central de Bolivia (BCB); iii) la debilidad y el riesgo de estancamiento económico; iv) un ambiente de desconfianza en la conducción de la economía y en las condiciones que enmarcan la actividad económica y productiva.
“Todos estos problemas están interrelacionados, y configuran un escenario de incertidumbre sobre el rumbo de la economía. Esta incertidumbre asoma hoy en día como el principal desafío del país», asegura la Fundación.
La fragilidad de la posición externa es consecuencia de la pérdida y bajo nivel de divisas, que ha generado un clima de desconfianza sobre la capacidad del gobierno de mantener fijo el tipo de cambio y exacerbado las expectativas negativas, dando lugar a un mercado paralelo donde la cotización del dólar está por encima de la oficial.
A pesar de que el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, en conferencia de prensa, dijo que la situación se va normalizando, pero los empresarios de Cochabamba lamentaron que los bancos sólo vendan 200 dólares.
Ya la exautoridad del Sistema de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), Reynaldo Yujra, dijo que la escasez es a nivel mundial y que Bolivia no es la excepción.
Los economistas indicaron que el modelo económico del gobierno llegó a su fin, debido a la caída de los ingresos por la venta del gas, así como por su producción. Los precios de las materias primas también están en bajada, como el valor del petróleo, que está menor a los estimados por el Gobierno en su Presupuesto General, aunque Montenegro asegura que está en los niveles proyectados.
Indicadores
Las exportaciones bolivianas representan casi el 80% de recursos naturales, la minería toma liderazgo y el resto de no tradicionales, que sobresale la soya, como materia prima. A pesar de los ingresos por la venta del gas, no se cambió la matriz exportadora.
Además, nuevamente se ingresó en déficit comercial, que significa que se compra más de lo que se vende, esta situación se lo atribuye al tipo de cambio fijo, pero la escasez del dólar habría frenado un mayor saldo negativo.
Milenio sostiene que el déficit fiscal persistente y una política monetaria subordinada a la política fiscal son las causas principales para la pérdida de divisas y, por tanto, para la inestabilidad cambiaria, que emerge como un problema macroeconómico de primer orden.
El déficit fiscal es resultado de un abultado gasto del gobierno, parte del cual se destina a financiar el subsidio a los combustibles, que, en 2022, alcanzó la cifra aproximada de 1.700 millones de dólares, equivalente al 3,8% del Producto Interno Bruto (PIB). Dadas estas condiciones, sostener el ritmo de crecimiento de las importaciones en 2023 (más de 1.000 millones de dólares por mes) será difícil debido a la escasez de divisas.
A esa situación complicada, Milenio agrega que el resultado operativo de las empresas estatales ha continuado su trayectoria descendente desde 2020.
El saldo negativo agregado de las empresas públicas en 2022 refleja la situación crítica de varias empresas estatales: algunas operando a pérdida; otras que carecen de mercado para sus productos o no disponen de insumos suficientes; y la mayoría con serios problemas de gobernanza empresarial. Urge un análisis caso por caso para determinar que empresas son inviables económicamente y proceder a su cierre o venta.
Cifras oficiales
Mientras tanto, el gobierno informó que entre febrero y marzo de 2023, el país enfrentó un problema de falta de liquidez y escasez de dólares, pero ahora el Ministro de Economía sostiene que este momento ya se ha superado y que la provisión de la moneda norteamericana se está normalizando.
Por otra parte, Montenegro recordó que los países enfrentan elevadas tasas de inflación con el aumento sostenido de los precios, las tasas de interés se mantienen en niveles relativamente altos por las medidas aplicadas por los Bancos Centrales, lo que repercutió en la inversión y el consumo de los hogares, por tanto, países están entrando en una recesión técnica, como es el caso de Chile y Perú.
No obstante, la economía boliviana preserva un esquema de estabilidad donde los precios no aumentan de forma abrupta como pasa en otras economías. Bolivia registró una inflación acumulada de 0,8% al mes de junio, una de las cifras más bajas a nivel mundial y de Sudamérica.
En reiteradas oportunidades, el especialista financiero Jaime Dunn dijo que el costo de la inflación es de 2.000 millones de dólares, la mayor parte para los hidrocarburos y el resto está en alimentos y servicios, que son subsidiados, a esto hay que sumar el control de precios y la reducida utilidad de los empresarios, que pese al incremento de la materia prima, no puede compensar con la elevación del valor del producto por el contrabando.
Ocupación
Por otro lado, Montenegro también destacó un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el cual se establece que Bolivia es la economía que ha recuperado en mayor proporción el nivel de ocupación de las personas en edad de trabajar.
Pero también otros organismos internacionales señalan que Bolivia tiene una informalidad que pasa el 80%, es decir, que los desempleados se integraron al comercio informal para sobrevivir, pues ya cuentan con seguros de largo plazo, lo que también se reduce en los aportes para la jubilación.
Para julio de 2020, la tasa de desocupación en Bolivia se disparó a 11,6%, año de la pandemia y la cuarentena, para abril de 2023 el indicador llega a 4,2%, una reducción de 7,4 puntos porcentuales.
A pesar de las cifras del Ministerio de Economía, sobre incremento de los ocupados en diferentes sectores, el comercio es uno de los principales, pero también en contrabando, que crecieron en los últimos años.
Ya indicaron algunos economistas que la informalidad y el contrabando mantienen una tasa de desocupación baja debido a las políticas gubernamentales, de lo contrario la situación social se podría complicar por la falta de ingresos.