El fiscal del Vaticano, Alessando Diddi, ha pedido siete años y tres meses de prisión para el cardenal Angelo Becciu, en el juicio por la venta fraudulenta de un edificio en el centro de Londres, según informó ayer la prensa italiana.
Según Diddi, el cardenal Becciu, antiguo alto cargo de la Secretaría de Estado vaticana, les «llenó de documentos falsos», obstaculizando las investigaciones en todos los sentidos y sus acciones causaron pérdidas a la Secretaría de Estado que oscilan entre los 130 y los 180 millones de euros, de los cuales 55 millones son atribuibles solo a la inversión en el edificio de Sloane Avenue (Londres).
Entre las acusaciones, según informa el portal oficial del Vaticano ‘Vatican News’, se ha mencionado el delito de soborno de testigos en perjuicio de monseñor Alberto Perlasca o el envío de «favores» difundidos en Cerdeña.
También se dedicó mucho espacio al pago de «575.000 euros» a Cecilia Marogna, que se autodenominaba «analista geopolítica» y que «a pesar de no tener credibilidad» fue asignada para seguir el asunto de la monja colombiana secuestrada en Malí, en febrero de 2017. «Ella vino aquí solo por deseo del cardenal Angelo Becciu», señaló el promotor de justicia.
Este dinero, según Diddi, no se destinó a «un fin institucional» ni a «una misión humanitaria», sino que se despilfarró en cosméticos, restaurantes o vacaciones en las termas.
La parte final de la audiencia del día, que duró más de siete horas, se dedicó a profundizar en los hechos vinculados a la diócesis de Ozieri, en Cerdeña, y a la cooperativa social Spe, rastreable hasta el hermano del cardenal, Antonino Becciu, que recibió una «contribución» vaticana por un total de 225.000 euros, así como un pago de la Conferencia Episcopal Italiana.
Al final de la jornada, los abogados del cardenal Angelo Becciu, Fabio Viglione y Maria Concetta Marzo, emitieron un comunicado en el que defienden la inocencia de Becciu y en el que acusan al promotor de Justicia de «fabricar una narrativa mediática fuerte pero carente de toda lógica».
«El cardenal es inocente, lo hemos demostrado y no es subiendo el tono y utilizando epítetos ofensivos como se puede cambiar la realidad. No nos dejemos asustar por los gritos y la vehemencia expresados en el aula y seguiremos proclamando su inocencia, ya puesta en evidencia para todos por la audiencia preliminar», subrayó los abogados de Becciu. (Europa Press)