La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha reivindicado ayer las tareas de vigilancia y reconocimiento en el mar Negro, escenario que supone una creciente alerta tras el fin del acuerdo entre Rusia y Ucrania que permitía exportar el grano ucraniano por vía marítima.
Así lo ha señalado la organización militar tras la sesión del Consejo OTAN-Ucrania mantenida este miércoles en Bruselas a nivel de embajadores. «La OTAN y sus aliados están intensificando la vigilancia y el reconocimiento en la región del mar Negro, incluso con aviones de patrulla marítima y drones», subrayó la alianza atlántica en un comunicado tras el encuentro.
Se trata de la segunda reunión del Consejo OTAN-Ucrania, tras la sesión inaugural celebrada en la pasada cumbre de Vilna, en Lituania, a mediados de julio con la participación del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
«Las acciones de Rusia plantean riesgos sustanciales para la estabilidad de la región del mar Negro, que tiene una importancia estratégica para la OTAN. Los aliados están intensificando su apoyo a Ucrania y aumentando la vigilancia», ha subrayado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, insistiendo en que la alianza está lista para defender «cada centímetro de territorio aliado».
En todo caso, el encuentro ha servido para cerrar filas sobre la ruptura «unilateral» de Rusia del acuerdo sobre cereales del mar Negro que ha cosechado la «condena enérgica» de Kiev y de los 31 aliados. Igualmente han denunciado los «intentos deliberados de detener las exportaciones agrícolas de Ucrania, de las que dependen cientos de millones de personas en todo el mundo».
En este sentido, la OTAN condenó los ataques recientes contra las infraestructuras portuarias en Odesa y Nicolaiev y contra un silo que almacenaba grano en una ciudad cercana a la frontera de Rumania, aliado de la OTAN. (Europa Press)