En homenaje a las fiestas patrias y a pedido del público, Talía Producciones volverá a presentar dos obras clásicas del teatro boliviano, La sanguchera de la esquina y Los hijos del alcohol, pero está vez en una misma función. Sí, ambas obras serán llevadas a escena por el elenco que dirige Daniel Gonzales junto a Hugo Pozo, Raúl Villarroel y Fernando Illanes, destacadas figuras del teatro nacional, el 5 y 6 de agosto, a horas 18:00, en el Teatro 16 de Julio.
A escasos días de esas funciones, La Guía conversó con Daniel (d), el también actor que da vida al popular Rigucho, y esto fue lo que nos contó.
LG: ¿Por qué decidieron llevar a escena estas dos obras en una misma función?
D: Ya las presentamos las dos de manera independiente y tuvieron un gran éxito, no solo en taquilla, sino que el éxito artístico fue increíble. Eso me llevó a pensar que este teatro se ha convertido ya en teatro clásico boliviano y estas obras se irán repitiendo, casi de manera religiosa por las siguientes décadas. Entonces qué mejor manera de festejar a Bolivia, en su efeméride, que mostrándoles las dos obras en uno y, sobre todo, con teatro clásico boliviano.
También soy un convencido de que hay que rescatar este teatro ante las nuevas tendencias, las cuales respeto, y hacerles dar cuenta a las nuevas generaciones que existe historia en nuestro teatro, que no solo es el Tik Tok o las redes, que hay mucho para mostrar aún, pero con nuestra esencia como bolivianos. Así somos y pueblo que no reconoce su forma de ser se niega a sí mismo.
LG: ¿Qué destacas de “La sanguchera de la esquina” y “Los hijos del alcohol”?
D: En ambas la temática social. La sanguchera nos habla de la discriminación que aún existe por parte de los hijos a sus padres. Y Los hijos del alcohol de esta lacra que afecta a nuestra sociedad, el alcoholismo y sus consecuencias. Entonces tocar estos temas hace que el público no solo tenga un momento grato con el teatro, sino que llegue a una reflexión sincera.
LG: A bastante tiempo de su estreno, ¿crees que las temáticas de estas obras están vigentes?
D: Completamente, además que nos dimos el trabajo de actualizar ambas obras, con un contexto más del momento, sin quitarles para nada la esencia que nos dejaron sus autores. Hicimos un trabajo muy minucioso junto a Hugo (Pozo), Raúl (Villarroel) y Fernando (Illanes) y ese creo que ha sido el secreto de nuestro éxito. El público se siente identificado con cada escena y eso nos da a entender que más actuales no pueden ser las obras.
LG: ¿Qué significa trabajar al lado de experimentados actores, como Hugo Pozo Raúl Villarroel, Fernando Illanes?
D: El seguir aprendiendo día a día de ellos, por eso agradezco mucho a Dios por permitirme tener esta experiencia, darme cuenta que el teatro no solo es espectáculo de mera distracción, sino que se puede llegar al público con un mensaje sincero y actuaciones de primer nivel. Son maestros y no solo por título, sino por la gran amistad que te brindan y la enseñanza silenciosa que te imparten.
LG: ¿Deseas agregar algo?
D: El agradecimiento a mí elenco estable y a mi elenco juvenil, ya que de ellos aprendí que todavía hay teatro boliviano para rato. Ver a gente nueva hacer este arte es un aliciente que te da mucha satisfacción.
LA SANGUCHERA DE LA ESQUINA
La obra de Jorge Wilder Cervantes, La sanguchera de la esquina, muestra el esfuerzo y el amor de una mujer sencilla dedicada a la venta de sándwiches. Es una comedia que presenta las condiciones de trabajo de las mujeres con la esperanza de mejorar su condición económica y social y que tienen que soportar el frio de la noche, esperando a sus clientes, que la mayoría de las veces aparecen borrachos y sin intenciones de pagar por lo que comen. Estas mujeres por tener una vida decente mediante la venta de los llamados sándwiches de chola, son un ejemplo del coraje femenino de una raza que se niega a ser estrangulada por la discriminación racial y de intelecto. El autor nació el 9 de octubre de 1921 al pie del Illimani y esta misma ciudad de La Paz lo vio incursionar en el arte, siendo apenas un jovencito de 20 años, quedando atrapado en la telaraña de una red maravillosa de ilusiones de la que nunca más podría escapar.
Le decían «gringo» y fue desgastando su vida en procura de vender ilusiones, “en un país donde no existe ningún tipo de apoyo a la actividad cultural, donde el artista nacional es la mayor parte de las veces despreciado e ignorado y donde el aplauso y el calor del publico entusiasma, pero no llena el estómago, donde la gloria de un teatro lleno no se traduce en un seguro de vejez y de subsistencia con dignidad en la ancianidad”, lamentó Daniel Gonzales.
LOS HIJOS DEL ALCOHOL
El teatro social refleja con crudeza el lado oscuro de la sociedad, por lo que más de una vez fue criticado por denunciar sin tapujos problemas como el alcoholismo o la prostitución. “Ese teatro es capaz de llevar a más de una lágrima o sacar una carcajada sincera. También tiene la sutileza de la verdad o la simpleza del texto criollo. Ese es el teatro que la gente estaba extrañando y que hoy vuelve a escena con Los hijos del alcohol (obra de Raúl Salmón de la Barra”, resaltó Gonzales.
Al morir Raúl Salmón en 1990, hacía más de 35 años que no pisaba un escenario. Sin embargo, su sello quedó marcado entre las nuevas generaciones. “Talía Producciones ha sido uno de los pocos grupos que en los últimos años ha mantenido vigente el nombre y la obra de Salmón. Uno de los logros de la compañía es haber representado casi todas las piezas de este autor en diferentes géneros y con un éxito notable”, resaltó.
Daniel Gonzales, Hugo Pozo, Raúl Villarroel, Fernando Illanes, Paola Medina y más de 15 actores y actrices de Talía Producciones serán los encargados de llevar a escena estas obras de teatro nacional. La entrada general tiene un costo de Bs. 60 y estará a la venta los mismos días de las funciones desde las 10:30 de la mañana.
