La Armada de Rusia inició ayer una nueva operación de ejercicios navales en aguas del mar Báltico, conocidos como ‘Ocean Shield 2023’ y en los que participan más de una treintena de buques de guerra y otro tipo de embarcaciones.
Según el Ministerio de Defensa ruso, el principal objetivo de estos entrenamientos es el de probar la preparación de la flota naval para proteger los intereses nacionales en un área «operativamente importante».
La cartera de Defensa ha destacado que las operaciones se desarrollan bajo el mando del comandante en jefe de la Marina, el almirante Nikolai Evmenov, según informaciones recogidas por la agencia rusa de noticias Interfax.
Junto a los más de 30 buques de guerra, Rusia ha desplazado a aguas del mar Báltico a 20 barcos de apoyo, 30 aeronaves de la aviación naval y en torno a 6.000 efectivos militares.
«Durante el ejercicio, está previsto probar la preparación de las fuerzas de la Armada para proteger los intereses nacionales de la Federación Rusa en un área operativamente importante y la coherencia del trabajo del cuartel general en varios niveles en el mando y control de las fuerzas», manifestó el almirante Evmenov. (Europa Press)