Ante el discurso del Gobierno de mostrar indicadores de una baja inflación y desocupación, los economistas señalan que estas cifras no muestran una recuperación económica, Bolivia sigue en crisis y una muestra de ello es la falta de dólares, la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN) y otra vez déficit fiscal.
Ante la pregunta al doctor en economía Antonio Saravia si el gobierno ha encaminado la reconstrucción, fue claro al señalar que no y que el país no transita por una recuperación o reconstrucción económica.
“Por el contrario, Bolivia está en crisis. Esto no es un secreto ni una sorpresa para nadie, los únicos que no quieren ver la realidad son los del gobierno. El país está en crisis porque nos acabamos los dólares y nuestras RIN están al límite, porque llevamos diez años de déficits fiscales a un ritmo del 8% del PIB, porque nuestro ratio de deuda total al PIB es de 80%, porque mantenemos más de 70 empresas públicas ineficientes (el 85% de ellas deficitarias), porque el 85% de nuestra economía es informal y un largo etc.”, describió la situación por la que atraviesa la economía boliviana.
Pero, sobre todo, el país está en crisis porque no tenemos Plan B, se nos acabó la bonanza de precios internacionales y se nos acabó el gas. Dado, además que el gobierno se dedicó a ponerle trabas al sector privado por 16 años, no tenemos un tramado productivo sólido que tome la posta. Sin gas y sin Plan B, sin un sector privado ágil y pujante, el futuro es sombrío, advirtió.
Riesgos
Señala que el mayor riesgo es que, dado que no tenemos un sector privado ágil y pujante, no tenemos capacidad de generar riqueza o empleo, esto significa que para mantener la estabilidad macroeconómica el Gobierno deberá seguir gastando más de lo que recauda con lo que los déficits y la deuda seguirán acumulándose.
“Pero endeudarse tiene un límite y estamos rápidamente acercándonos a él. Esto es peligrosísimo porque el siguiente paso es emitir dinero inorgánicamente con la consiguiente creación de inflación (ya estamos viendo algo de eso). Esto puede desatar una severa recesión y fuertes desajustes políticos”, apunta.
Lo que se
necesita hacer
Saravia sostiene que se requiere un fuerte golpe de timón y hacer dos tareas urgentemente, para mejorar el panorama económico del país, entre ellos está bajar el gasto y cambios estructurales, que coincide con otros economistas.
“Se deben hacer dos cosas. 1. Dejar de gastar para eliminar déficits públicos y dejar de comernos las reservas. Esto se logra eliminando subsidios, reduciendo la burocracia estatal y eliminando empresas públicas. 2. Profundos cambios institucionales que le devuelvan dinamismo al sector privado. Esto consiste en eliminar cupos de exportación, controles de precios, regulaciones e impuestos. Consiste además en garantizar la seguridad jurídica y la protección de la propiedad. En suma, el país debe moverse hacia el liberalismo. El problema es que no veo al gobierno haciendo nada de esto aunque ellos saben que es lo único que puede reencaminar la economía”, planteó.
Potencial
Mientras tanto, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, aseguró que la economía boliviana tiene mucho potencial, sobre todo en recursos humanos, pero actualmente se considera al país como una subdesarrollada o en vías de desarrollo, basada en un modelo primario exportador, sin generación óptima de valor agregado en su producción.
«Hasta la fecha, un 75% de sus exportaciones son “productos tradicionales” (minerales e hidrocarburos) y apenas un 25% “productos no tradicionales”, pocos manufacturados o industrializados», señaló.
Romero aseguró que la economía nacional creció en base a cantidad no en calidad de su producción. “(…) si revisamos la variación de su PIB por actividad económica, la misma es una pirámide invertida, no es homogénea, donde por ejemplo el transporte y almacenamiento (9,27%) tuvo el mejor desempeño el año 2022, pero actividades como la industria manufacturera apenas un 2,23% y ni que hablar del sector de “petróleo y gas natural”, cuya variación de enero a diciembre del año pasado fue de -8,40, demostrando una tendencia a la declinación”.
El 2022 el país registró un crecimiento económico del 3,48%, menor al 6,11% del 2021, a pesar de ello tuvimos el PIB nominal más alto de los últimos años, 44.315 millones de dólares, por los buenos precios internacionales de materias primas, alimentos y productos manufacturados principalmente.
Según los organismos internacionales tendremos un crecimiento no mayor al 2,5%, lejano al 4,86% proyectado por el gobierno nacional; la tendencia es a un enfriamiento de la economía, con posibilidades nuevamente de entrar a una recesión, advirtió.
La crisis es relativa, opina Romero y agregó que a pesar de los datos de una inflación baja que está entre las más menores de la región, es debatible la medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC), pues los productos de la canasta básica familiar (huevo, leche, carne, aceite, otros) tiene un peso muy bajo en la ponderación global.
A eso se suma el efecto del tipo de cambio fijo, la devaluación de países vecinos, la subvención a los carburantes y el contrabando, por ello se pone en duda este indicador tan bajo, fuera de la realidad que vive la sociedad, reflexionó.
Talón de Aquiles
Por otra parte, para Romero el talón de Aquiles de la economía nacional es el comercio exterior y recuerda que en mayo nuevamente se registró déficit de 41 millones de dólares, el acumulado hasta este mes alcanza a 166 años.
“Nuestro mayor gasto fue en la importación de diésel y gasolina, durante esta gestión por 1.272,4 millones de dólares, 254 millones por mes; en cambio apenas exportamos 899,4 millones en gas natural, donde se evidencia un déficit en el sector, mayor salida de divisas y menos ingresos fiscales para gasto e inversión pública”, apuntó.
Criticó la manera cómo se maneja a nivel estructural la economía, pues no es alentador un déficit sostenido desde el 2014, cuya cifra mejoró sólo el 2022 (-7,2%) debido a una inversión pública ejecutada del 52% y este año con un presupuesto menor a 20%, con la finalidad de bajar este indicador, pero no así en el gasto público extraordinario reflejado en el PGE 2023.
Calificó de pesadilla a la caída de las RIN, en un 79% desde el 2014 hasta el último dato de abril de 2023, donde las divisas cayeron en un 90% desde el 2018 al 2022; pero este año, por políticas poco acertadas del BCB, con un tipo de cambio preferencial y la venta directa de dólares al público se generó una iliquidez o escasez de dólares americanos, sobre todo en el Sistema Financiero Nacional.
A eso añadió que gracias a la especulación e incertidumbre de la población, se generó un tipo de cambio paralelo más fuerte del que ya existía y una elevación de los costos de esta divisa en término de comisiones, pagos y otros, debido a la sobredemanda de esta moneda, que hasta el momento se regularizó muy lentamente.
Además se busca de manera poco sensata utilizar el yuan, lo cual solo favorecería al país asiático, hace unos días atrás el Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, dijo que el Banco Unión hace uso de la moneda china y que el valor alcanzado supera los 200 millones, pero en criterio del economista Gonzalo Chávez ese volumen no supera los 13 millones de dólares, de un comercio de más de 13.000 millones registrado en 2022.
En cuanto a la deuda pública, el porcentaje en comparación al PIB está por encima del 80%, y 30% corresponde a la externa, por lo que Romero recomienda monitorearla y evaluarla para evitar un default.
El titular del Colegio de Economistas de Tarija señaló que existe la tentación de un incremento de deuda interna para tapar el déficit fiscal o emitir dinero inorgánico para financiar el gasto público con el riesgo de una inflación galopante, mayor desempleo y una inestabilidad macro de la economía.
El gobierno nacional debe ser pragmático, reajustar sus políticas económicas si de verdad se quiere evitar un crisis mayor e insostenible, porque además de los problemas internos de corte hasta político y de gobernabilidad, estamos susceptibles a cualquier fenómeno negativo que pase en la economía mundial, concluyó.
Oficial
Bolivia llega a su 198 aniversario de independencia con una de las inflaciones más bajas (0,8%) de América del Sur a junio de este año y la disminución a 4,2% de la tasa de desocupación urbana a abril, destacó ayer el presidente Luis Arce.
Asimismo, con motivo del aniversario patrio de hoy 6 de agosto, Arce envió ayer un mensaje de salutación a los ciudadanos bolivianos que residen en el exterior y les aseguró que siempre tendrán las puertas abiertas para retornar a casa y cuando vuelvan, encontrarán una Bolivia sin desigualdades.
El doctor Antonio Saravia escribió en su @tufisaravia, a propósito de las declaraciones de Arce, que “no retornará nadie Luchito. Los que logran salir no miran atrás. El país expulsa a su gente porque no brinda oportunidades, porque encarcela a los que piensan distinto, porque obstaculiza toda iniciativa privada y porque tu gobierno nos hizo un narco-Estado”.