martes, julio 23, 2024
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Los retos del futuro

Los once millones de bolivianos deberíamos estar preparados para encarar los retos del futuro. Es que el venidero, aunque nos califiquen de agoreros, no se vislumbra prometedor, sino preñado de muchas dificultades. El inicio ya lo estamos viviendo, infelizmente, en la actividad política, económica y social. Más adelante quizá adquieran una devastadora fuerza.
En consecuencia: posiblemente tengamos que asistir a un escenario político muy complicado. Quienes detentan el Poder, en este marco, buscarán el continuismo, valiéndose de la potabilidad democrática, emulando a los autoritarios de la región. Para tratar de ideologizar al continente latinoamericano y restar la presencia del Coloso del Norte. Para aplicar políticas restrictivas a la libertad ciudadana y viabilizar sus objetivos que tienen en agenda. Harán todo lo posible para lograr ese propósito.
Pero, pese a los esfuerzos para un acercamiento, el jerarca masista y el segundo hombre del gobierno nacional, no llegarán a un entendimiento, debido que tienen diferentes enfoques de la realidad política, nacional e internacional. Y porque las heridas, del pasado mediato, parece que no han cerrado. Cada quien, por lo visto, llevará aguas a su molino. Mientras los que están en el llano, tendrán la difícil tarea de elegir al hombre o la mujer que los represente, en la arena de las lides políticas, con miras a la futura contienda electoral. Una tarea que no será sencilla y, por lo tanto, requerirá discernimiento, más que todo, en torno a ese objetivo.
Se dijo, hace aproximadamente 45 años, que el gas sería generador de divisas, a favor del Estado. El presagio se cumplió a cabalidad. Las autoridades, de entonces, reiteraron, además, “que, sin necesidad de incrementar los volúmenes de reservas de gas para su venta, al presente existen en el país tres trillones de pies cúbicos de gas, que representan la suma de seis mil millones de dólares” (1). La bonanza económica, por lo visto, fue resultado de ese auge gasífero, estimado oportunamente. Bolivia recibió, por la exportación de ese producto a dos países vecinos, los ingresos más elevados, que jamás se hayan registrado en nuestra historia económica. Pero, en la actualidad, estamos inmersos en una crisis económica que no tiene visos de solución, debido que ese recurso energético se va agotando.
Los problemas sociales, tienden a profundizarse. El rostro de la pobreza, emerge del seno de quienes no tienen trabajo formal. El desempleo genera pobreza y extrema pobreza. “Decir, además, que hay menor desocupación es una sinvergüenzura porque todos sabemos muy bien que el 85% de los trabajadores del país tienen trabajos muy precarios en la economía informal”, señaló el profesor de economía, Antonio Saravia (2). A ello se suma el elevado costo de la canasta familiar. Realidad que golpeará a los más desfavorecidos.
En suma: debemos estar preparados para encarar los retos del futuro.

NOTAS
(1) “YPFB advierte sobre peligros del despilfarro de carburantes”. Presencia, La Paz – Bolivia, 21 de septiembre de 1978.
(2) “Antonio Saravia: economía boliviana pende de un hilo”. EL DIARIO, La Paz – Bolivia, 10 de julio de 2023.

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