Una publicación del medio Mexicano Sureste Magazine, firmado por Alicia Zenil, señala que agentes infiltrados de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) “prohibió compartir información con Bolivia sobre el caso Marset”.
Zenil afirma que la DEA indicó que Paraguay, Uruguay, Brasil y Estados Unidos no colaborarán con Bolivia sobre el caso Marset “por estar involucrados en el escape de dicho narcotraficante”.
Tras un operativo en Santa Cruz, del que participaron más de 2.000 efectivos policiales, Marset logró escapar hace 10 días y desde entonces es buscado por la Policía Boliviana sin tener resultado.
A pesar de esta afirmación, los viceministros Jhonny Aguilera y Roberto Ríos visitaron este lunes Uruguay y Brasil, respectivamente, para coordinar acciones de cooperación para el caso Marset.
“De acuerdo con fuentes extraoficiales de la DEA, una de las rutas de escape del narcotraficante uruguayo fueron las haciendas que se encuentran en los departamentos de Santa Cruz y el Beni, con la frontera de Brasil. Ahí fue trasladado, refugiado y protegido por galleros quienes lo ocultaron hasta que prepararon su salida hacia Brasil”, señala la publicación de Magazine Sureste.
También sostiene que el vínculo de corrupción que permitió que Marset continúe prófugo de la justicia se atribuye a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) “por lo que prohibieron tener algún tipo de colaboración con las instituciones involucradas” del país.
Días después del escape, Marset, a través de un video, señaló que pudo escapar gracias a la colaboración del director de la Felcn, Ismael Villca.
Horas más tarde salió la Policia rechazar las declaraciones que hizo el ciudadano extranjero contra el director de la Felcn. (Brújula Digital).
Zenil también manifestó que fuentes de la Interpol dieron a conocer “que se encuentra la ruta de investigación que Sebastián Marset continua refugiado en Bolivia y está en contacto a través de terceras personas negociando una posible entrega”.
La Fiscalía de Santa Cruz acusa a Marset por la comisión de delitos de secuestro, privación de libertad, robo agravado, lesiones graves y leves, organización criminal, asociación delictuosa, atentando contra los miembros de organismos de seguridad del Estado, falsedad ideológica, uso de instrumento falsificado y tráfico ilícito de armas.
En Bolivia, Marset llevó una vida lujosa, adquirió documentos de manera irregular, incluso fundó su propio equipo de fútbol, y estuvo al mando de una red de tráfico de drogas, todo ello pasó desapercibido para los servicios de inteligencia gubernamentales.
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