Una encuesta de la empresa Diagnosis Investigación Social Opinión y Mercado establece que el 68% de la población sostiene que el Gobierno protege al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset y culpa al Movimiento al Socialismo (MAS) de esta situación, al margen de que sean autoridades del expresidente Evo Morales o del actual presidente del Estado, Luis Arce Catacora.
“Cerca del 70% de la población cree que hay protección del Gobierno al narcotraficante Sebastián Marset; incluidas las clases bajas de occidente que apoyan al gobierno de Arce. A estas alturas es irrelevante para la población saber quiénes son ‘más culpables’: los funcionarios del gobierno de Evo, o los funcionarios del gobierno de Arce”, señala una de las conclusiones de Diagnosis.
En los resultados del estudio se encuentra que el 68 por ciento de los encuestados sostiene que hay protección de autoridades del Gobierno a Marset, frente al 16 por ciento que no sabe o no responde y al 15 por ciento que cree que no hay ninguna protección al narcotraficante.
La ficha técnica del estudio señala que se hizo un trabajo de campo entre el 5 y 6 de agosto de 2023, en un universo compuesto por hombres y mujeres de 18 a 65 años. La muestra fue de 1.800 encuestas en las áreas urbana y rural de los nueve departamentos.
El margen de error muestral es de +/- 2,31% y el método empleado son encuestas presenciales en hogares, en soporte digital. La selección de entrevistados fue multietápica, aleatoria, simple de zonas censales y de segmentos, y selección sistemática de hogares y de entrevistados.
Desde hace más de dos semanas, el Gobierno busca a Marset, quien es acusado de ser parte del Primer Comando de Uruguay, una organización criminal que es sindicada de transportar al menos 16 toneladas de cocaína a Europa. El extranjero vivía en la ciudad de Santa Cruz, tenía negocios y era dueño de un club de fútbol de división menor.
Marset es acusado de narcotráfico y de ser el responsable del asesinato del fiscal paraguayo, Marcelo Pecci, el 10 de mayo de 2022 en Colombia. El uruguayo tenía dos identidades falsas, una boliviana y otra brasileña, según las investigaciones. Hasta ahora, los bienes decomisados a Marset en el departamento de Santa Cruz sobrepasan un valor de 10 millones de dólares.
Según las conclusiones de la encuesta, el MAS no representa una renovación de la anterior élite política. Ni Morales ni Arce significan una alternativa respecto de anteriores líderes políticos acusados de tener relaciones con el narcotráfico. Se convierten en «políticos tradicionales» y, por tanto, representan el pasado, indica.
“De esta manera, los escándalos de corrupción y narcotráfico, no sólo impactan en la valoración de la eficiencia de las instituciones represivas del Estado. Los mismos colocan al MAS y a sus líderes del lado de las élites corruptas ‘que no gobiernan para el pueblo; sino para sus propios intereses’. Así, el MAS, paulatinamente, deja de representar ‘un cambio’, una ‘alternativa’ para esperar días mejores”, señala la encuesta de Diagnosis.
“En la medida en que los escándalos de corrupción y la presunta penetración del narcotráfico en altas esferas gubernamentales dominen el debate público y la agenda mediática, la demanda social por un ‘líder nuevo’ que no provenga ni del MAS, ni de la oposición, irá creciendo. Este escenario significa una mala noticia tanto para el Gobierno como para la oposición, de cara a sus posibilidades electorales para el 2025”, añade Diagnosis. (Brújula Digital)