Dos jóvenes intelectuales irupaneños, residentes en La Paz, son editores, directores y redactores de publicaciones que circulan en su tierra natal. Se trata de “El Mancebao” de Guimmer Zambrana Salas y “Los Ceibos” de Aldo Cabrera Reguerín. Ambos periódicos de tamaño tabloide tienen doce y hasta dieciséis páginas.
EL MANCEBAO
El nombre está inspirado en una pequeña cascada cercana a Irupana. Y en sus numerosas ediciones sobresalen los siguientes temas:
– Una breve biografía de Agustín Aspiazu, el certificado de su bautismo y su destacada actividad literaria.
– Los años en los que Pedro Domingo Murillo vivió en Irupana.
– El día en que Rafael Pabón voló sobre Irupana en el año 1929. El piloto yungueño realizó el primer combate aéreo en Sud América durante la Guerra del Chaco.
– El fusilamiento del Sambo Salvito el año 1871.
– Cuando el Mariscal Santa Cruz llegó y gobernó desde Irupana en 1830.
– Un comentario relativo a la obra del pintor Armando Jordán (1893-1982) y a sus paisajes con escenarios costumbristas.
– La visita a Irupana del sabio y naturalista francés Alcide d´Orbigny en 1830.
– Irupana, asediada y cercada por campesinos en 1781, durante la rebelión de Túpac Katari.
– En 1809, el ataque de los combatientes de José Miguel García Lanza al grupo de soldados adictos a la Corona española, acantonados en la plaza de Irupana al mando del Obispo Remigio la Santa.
– Las composiciones musicales de Antonio Uzquiano, autor de “El ferroviario” y “El Chiru Chiru”, diabladas difundidas por “Los de Pucara” y “Llajtaymanta”. Uzquiano nació en Ch´acahuaya, municipio de Irupana.
– Una entrevista a Jorge Soria, autor de la cueca “Linda tierra de Irupana”, grabada en disco vinil por el “Negro” Larrea.
– La actividad del dirigente cívico Edgar Pabón Mostajo que durante muchos años realizó trámites burocráticos para el asfaltado de la carretera Unduavi – Chulumani.
– La realización, en Irupana, de la primera misa celebrada por Carlos Guadama, “el Padre Negro”, primer afroboliviano que vistió sotana.
– La existencia posiblemente centenaria del árbol de sululu en Laza.
– El caso del político irupaneño Mario Monje, jefe del partido comunista boliviano que estuvo muy cerca de ser el comandante de la guerrilla de Ñancahuazú en 1967.
– Hay mucho más en la colección de “El Mancebao”: fotografías de Irupana de antaño, de su pintoresco paseo Churiaca, del vuelo de los parapentes, de las ruinas arqueológicas de Pasto Grande, la actividad de artistas pintores y músicos jóvenes, fiestas folklóricas y certámenes deportivos.
LOS CEIBOS
Tiene ese nombre en homenaje a los elevados ceibos de Churiaca, cuyas flores de color rojo punzó, cuando caen, cubren totalmente el suelo de una amplia avenida. En casi todas sus ediciones el contenido es preferentemente sobre temas e investigaciones literarias e históricas:
– Biografía de Agustín Aspiazu. Un estudio referido a su obra literaria y su “espíritu positivista y antidogmático”.
– El heroísmo de Gregorio, Manuel Victorio y José Miguel García Lanza después de la Revolución del 16 de Julio de 1809.
– “¿Año Nuevo Aimara? Los extravíos de una razón populista”. Aquí, Cabrera afirma: “No existen evidencias históricas de que esta fiesta se haya realizado desde épocas remotas… ni que en Tiwanacu se haya celebrado dicho acontecimiento… desde 1580 a.C. hasta 1172 d.C.”.
– “El día que Irupana obstinadamente se declaró realista y La Santa bendijo su fidelidad a la Corona española. Caso único en la Intendencia de La Paz”. Esta investigación está basada en una extensa bibliografía de conocidos escritores e historiadores bolivianos.
Hay más contenido cultural en “Los Ceibos”, especialmente en su Suplemento Literario.
El autor es dibujante, escritor y periodista.