La juventud pasa, la inmadurez se supera, la ignorancia se cura con la educación, y la embriaguez con sobriedad, pero la estupidez dura para siempre.- Aristófanes.
La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño.- Friedrich Nietzsche.
En el mundo hay un solo ser que dice mentiras: el hombre. Todos los demás son auténticos y sinceros, en la medida en que se dan a conocer como lo que son y actúan de acuerdo a lo que sienten. Una expresión emblemática, o quizás alegórica, de esta diferencia fundamental es que todos los animales se desplazan con su apariencia natural, y esto contribuye considerablemente a la impresión favorable que produce el contemplarlos (algo que por lo menos a mí, sobre todo cuando no están en cautiverio, me alegra profundamente el corazón); mientras que el hombre, debido a su vestimenta, se ha convertido en una caricatura, un monstruo cuyo espectáculo, ya desagradable por este mero hecho, se ve acentuado por la tez blanca que le es tan poco natural, y por todas las nefastas secuelas de una alimentación contra natura a base de carne, así como por las bebidas alcohólicas, el tabaco, los excesos y las enfermedades. ¡El ser humano constituye una mancha de ignominia en la naturaleza! – Arthur Schopenhauer.
Mi historia no es agradable, no es suave ni armoniosa como las historias inventadas; sabe a insensatez y a confusión, a locura y a sueño, como la vida de todos los hombres que no quieren mentirse más a sí mismos.- Hermann Hesse.