Los combates entre el Ejército de Sudán y los paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), que resultaron con más de 4.000 muertos, se extendieron en las últimas horas a nuevas zonas, lo que eleva la preocupación de una guerra en todo el territorio sudanés.
Nuevas regiones en Kordofán y en el estado de Gezira se sumaron en los últimos días al mapa de los combates, que permanecen muy activos en las ciudades de Nyala (Darfur del Sur), Kadugli (Kordofán del Sur), en El Fasher (Darfur del Norte) y en En Nahud (Kordofán del Oeste).
Asimismo, las principales ciudades de Sudán registraron enfrentamientos renovados, especialmente en El Obeid, la capital del estado de Kordofán, así como en la capital del país, Jartum, y en las periféricas Omdurman y Jartum Norte.
Los ataques contra el Ejército en la zona del Nilo están siendo llevados a cabo por la facción del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM-N) liderada por Abdelaziz al Hilu, que no se sumó a los grupos rebeldes que firmaron en octubre de 2020.
El grupo que sí suscribió el acuerdo de paz de Yuba fue el Tercer Frente, conocido como Tamazuj, que opera en Kordofán del Oeste y Darfur y que anunció que se suma a las filas de las paramilitares RSF contra el Ejército. (Europa Press).
El país africano estaba gobernado antes del estallido de los combates por una junta liderada por el general Abdelfatá al Burhan que tenía como ‹número dos› al cabecilla militar de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‹Hemedti›.