lunes, julio 29, 2024
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Una jubilación apetecida

Es indudable que la jubilación en nuestro país, desde la implantación de las AFPs, pasó a ser una especie de martirio para quienes no tuvieron más remedio que acogerse a ella. De ahí que, anoticiados de este extremo, incluso del partido en función de gobierno no quisieron jubilarse. Se quedaron a como dé lugar en sus puestos de trabajo, pese a las amenazas de los jerarcas de turno, como aconteció durante el gobierno de Morales Ayma, quien quiso jubilar a los mayores de 60 años, mediante decreto. La oposición fue rotunda. Alegaba él, palabras más, palabras menos: pobres viejitos se duermen en su puesto, están pagando a otros para que se los hagan su trabajo. Sus propios conmilitones, de más de 65 años, que desempeñaban funciones –siguen aún– en el magisterio, salud, y demás entes estatales, decidieron darle la espalda. Lo curioso es que, quizá creía que a quienes nombraba en altos cargos estatales –y que eran septuagenarios– por el simple hecho de desempeñar los mismos “no se dormían y menos pagaban a otros a fin de que les hicieran sus labores”. No dejaba de ser un contrasentido; la gente concluyó que nada más querían nuevos espacios para su ávida militancia.
Por cierto que la solución no estaba ahí, sino que pasaba por la elaboración de una nueva Ley de Pensiones, como propone hasta hoy el experto Jaime Peña Cano, basándose en estudios matemático actuariales, para afirmar que todos podrían recibir prácticamente el 100% de jubilación, conforme a lo ganado por el trabajador cuando está activo. Pero no quieren prestarle atención en las esferas del Ejecutivo, menos están dispuestos a largar el jugoso hueso que es el monto fantástico, según dice, de más de 23 mil millones de dólares.
Entonces, escuchar sobre “10 países con mejores sistemas de pensiones: más dinero y sostenibilidad asegurada, siendo Europa que se consolida como el mejor continente en materia de subsidios”, saca a los rentistas bolivianos un profundo suspiro de esperanza o desesperanza. A propósito, Víctor López Fernández, en un artículo difundido a nivel mundial, da cuenta, en partes sobresalientes, que “el acceso a la jubilación es uno de los temas que más preocupa a la población en términos generales, por eso, ante un escenario tan incierto, surgen siempre multitud de preguntas. ¿Cuál es el país con el mejor sistema de pensiones? Esto cambia en función del país y la situación socioeconómica de cada territorio. En España, por ejemplo, los subsidios correspondientes al retiro funcionan bajo cinco principios básicos, que son los de reparto, universalidad, proporcionalidad contributiva, suficiencia y gestión pública. En este contexto, la empresa Mercer, líder en estrategia y talento a nivel global, elabora cada año un informe en el que detalla la situación de las pensiones de jubilación en los principales puntos del planeta. El texto lleva por título Mercer CFA Institute Global Pension Index 2022; entre otras aportaciones publica de forma anual un ranking con los mejores sistemas de pensiones del mundo. Repara en factores como la seguridad financiera, el envejecimiento de la población y el rumbo socioeconómico de cada uno de los países que forman parte de la muestra”.
Diez tratan mejor a su capital humano: Islandia, Países Bajos, Dinamarca, Israel, Finlandia, Australia, Noruega, Suecia, Singapur y Reino Unido, añade. Es una jubilación apetecida; hay mayor justicia y equidad social. En Bolivia es una deuda que los gobiernos tienen pendiente, ya que al presente sólo los entes de coerción tienen jubilación al 100%, dice Peña Cano.

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