viernes, julio 26, 2024
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Sobre la burocracia gubernamental

Cada vez que se produce un cambio de régimen, surge en los nuevos gobernantes el deseo de remover y renovar todo, reordenarlo y darle más funcionalidad, de acuerdo con concepciones partidarias del caso o para implantar nuevas normas de administración. En muchos casos todo está ordenado; pero cada uno de ellos considera qué es lo más conveniente y acorde con “modernas técnicas”; pero generalmente predomina el nepotismo y se hace valer los intereses del partido en función de gobierno. Los gobernantes no han podido sustraerse de presiones de partidarios y hasta de familiares que exigen “participación en la torta del poder” y, siempre pendientes de lograr apoyos, acceden a otorgar cargos, inclusive a personas sin preparación suficiente para cumplir funciones de enorme responsabilidad.
En cuanto al gobierno de turno, que es una especie de continuidad del anterior, se esperaba que evitara el nepotismo o la exclusiva afinidad política para conformar su equipo ministerial, y convocar a las personas más capaces y responsables para desempeñar delicadas funciones. Sin embargo, al no hacerlo así, no han faltado los casos de mala gestión administrativa y corrupción, en los que han sido involucrados altos funcionarios. Por ello se tiene que entender que la función pública es de mucha importancia para que el gobierno tenga éxito en el manejo del Estado. Además, elegir a los mejores, sin discriminación ideológica, sería sentar un precedente para que en el futuro se olvide la manía de creer que los poderes del Estado deben ser para satisfacer intereses y conveniencias de familiares y amigos de los gobernantes. En algunos casos, siquiera por gratitud al dador del cargo, los nuevos funcionarios deberían cumplir de manera eficiente y honesta con las tareas asignadas.
Otro problema que perjudica mucho a un gobierno es que la burocracia crece por demandas partidarias o intereses creados. Los gobiernos de turno, casi por imitación, han tenido exagerada burocracia, personal en demasía que, con seguridad, poco ha servido al país, pero sí se han servido de él, empezando por recibir jugosos sueldos. También debería desaparecer la exigencia partidaria de crear más entidades públicas, como si las existentes no fuesen más que suficientes para atender asuntos del Estado.
En consecuencia, es urgente no aumentar la burocracia, ya que hacerlo significa irresponsabilidad, considerando, además, la actual difícil situación económica del país, por erróneas políticas en ese campo. Lo cierto es que los gobernantes de turno, por condescendencias o presiones, han aumentado la burocracia y han asignado cargos a personas sin la preparación académica debida. Por ello mejorar el funcionamiento de la administración pública solucionando problemas como los mencionados, sería una buena forma de demostrar que el gobierno está en buen camino y se puede esperar de él un accionar digno, honrado y responsable, a favor de los intereses nacionales.

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