De acuerdo a cifras oficiales de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), los depósitos cayeron en el primer semestre de 2023 y el crédito experimentó un crecimiento modesto en comparación con similar período de 2022. La escasez de dólares continúa, así como la restricción a la venta en las entidades financieras.
Se puede observar que en todas las modalidades disminuyeron de acuerdo a los datos oficiales. En el primer semestre de 2022 los depósitos alcanzaron a 214.211 millones de bolivianos, pero en similar período de la presente gestión bajó a 206.123 millones.
A la conclusión del segundo trimestre de 2023, los depósitos en el sistema financiero ascienden a 206.123 millones de bolivianos, distribuyéndose de la siguiente manera según modalidad: Depósitos a Plazo Fijo (DPF) con 103.960 millones (50,4%); depósitos en caja de ahorros con 63.324 millones (30,7%); depósitos a la vista con 35.066 millones (17,0%); y otros depósitos con 3.774 millones (1,8%), de acuerdo al análisis de la ASFI.
Mientras los créditos crecieron al 30 de junio de la presente gestión a 208.657 millones de bolivianos, a comparación del 2022, que alcanzó 206.722 millones, mayor en 1.935 millones, un 0,9% de crecimiento.
Por tipo de crédito, los nuevos desembolsos se distribuyeron de la siguiente manera: microcréditos 14.768 millones de bolivianos (33,8% del total), créditos empresariales 13.854 millones (31,7%), créditos pyme 5.799 millones (13,3%), créditos de vivienda 4.679 millones (10,7%) y créditos de consumo 4.644 millones (10,6%).
En su informe de estabilidad financiera julio 2023, el presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Edwin Rojas, dijo que el sistema muestra signos de recuperación después de haber enfrentado un contexto adverso con la inusual demanda de recursos nacional e internacional.
Mientras el secretario Ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), Nelson Villalobos, luego de la presentación del informe calificó al mismo de interesante, así como destacó que el sistema ingresó a un período de estabilización después de superar dificultades, en el trimestre de 2023.
Indicó que observa un crecimiento más o menos razonable, de acuerdo al informe presentado. Por ejemplo, en créditos se creció en 1%, un porcentaje modesto, que da una buena señal y a pesar de la disminución de los depósitos en el primer trimestre, se observa una recuperación a julio.
En cuanto a la mora, el informe del BCB muestra una cifra de 2,7%, y en comparación a otros países es menor, aunque la tendencia es al alza, pero por el momento se mantiene dentro lo previsible.
Con respecto a la demanda de dólares se ha visto disminuida, registrado en febrero y marzo, en julio bajó la presión de la población y en la banca es menor, apuntó Villalobos a tiempo de evitar responder que desconoce la fecha de la normalización de este tipo de operaciones.