La artista Tatiana Sánchez Pacheco presenta en el Museo Nacional de Arte (MNA) la muestra pictórica “Renacer”. Esta propuesta artística es conmovedora en cuanto es, a su vez, un testimonio del duro proceso que sumió a la creadora tras haber sufrido un accidente cerebrovascular, que le quitó el habla y la motricidad en la mitad de su cuerpo. Eso sucedió en 2004. Desde entonces, Tatiana halló en el arte la herramienta más efectiva y sensible para ir superando, poco a poco, esa incapacidad física.
En el evento estuvo presente la consejera de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB), Susana Bejarano, así como el artista Pablo Huáscar, quienes brindaron palabras de celebración a la obra y a la fuerza de voluntad de la artista.
Tatiana cuenta que tiene imágenes borrosas del día que sufrió el accidente vascular. Pero sí tiene nítido el instante en que le avisaron que estaba embarazada, que fue justo en esa hospitalización.
Con conmovedoras palabras narra que la fuerza para retomar el movimiento y el arte se la dio su pequeño bebé -que hoy ya tiene 18 años- que, a fuerza de necesidad, ella pintaba en la calle caricaturas o cuadros y fue así que el arte ejerció como terapia para recuperar parte de la vida que le fue arrebatada con el episodio patológico.
Por su parte, el director del MNA, Iván Castellón, destacó el nivel de las obras en las diferentes etapas de estos casi 20 años, desde que le ocurrió ese infortunio a la artista: en la muestra se puede apreciar dos obras que son previas al accidente cerebrovascular. Luego, se ve el cambio de la intensidad de color y el trazo cuando estaba aprendiendo a manejar la mano izquierda, dado que perdió la movilidad en la derecha, que era con la que pintaba.
Y la tercera etapa muestra los cuadros en que Tatiana está reaprendiendo a manejar la mano derecha, domándola en las lides del arte, la pintura y el dibujo, todo un proceso de duro esfuerzo en rehabilitación física.
La muestra está abierta al público en la Sala Previa del Museo Nacional de Arte, situado en calle Comercio y Socabaya.
Tatiana Sánchez refleja el poder terapéutico del arte
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