El gerente de la Empresa Local de Agua Potable y Alcantarillado Sucre (Elapas), Grover Urquizo, advirtió que la capital de Bolivia sufrirá una de las peores sequías de los últimos 10 años; el flujo en Cajamarca se redujo a 17 litros por segundo y están bordeando el límite para que la situación pase a ser crítica.
“Este 2023 sería una de las peores gestiones, por no decir la peor gestión respecto a la reducción de las precipitaciones pluviales. No nos hemos garantizado, no hemos llegado ni siquiera a tener un acumulado que nos pueda garantizar (el suministro). Y eso ya nos está cobrando factura. Hoy hemos amanecido con 17 litros por segundo en (el caudal de) Cajamarca. Estamos ya bordeando, ya aproximándonos, a los números rojos para poder tomar acciones cuando se rebaje (el caudal a) los 15 litros. Ya estamos cerca”, sostuvo Urquizo.
El gerente de Elapas reportó dificultades en la distribución del líquido elemento en el Distrito 3 de la ciudad y adelantó que los problemas se registrarán más en las zonas altas de la ciudad.
“Esto nos genera también dificultades porque si bien está reduciendo el caudal de aportes, aunque todavía no estamos marcando números rojos del sector de Cajamarca, pero esta reducción genera también reducción de presión. Es por eso que, en las zonas altas, si bien está llegando este líquido de elemento, no está llegando con la presión requerida”, dijo el responsable de la empresa de agua en Sucre.
La falta de lluvias también afectó a todo el departamento, principalmente al chaco chuquisaqueño. El secretario de Medio Ambiente de la Gobernación de Chuquisaca, Jairo Gutiérrez, advirtió que la sequía de este año es mucho más fuerte respecto a gestiones anteriores.
“Ha habido reportes de pérdidas de cabezas de ganado. Sin embargo, estas perforaciones de pozos ya no son paliativos, (lo que se necesita) son soluciones más estructurales”, sostuvo Gutiérrez. (Sucre, ANF)