El Estado en el filo de la navaja

El presidente del Estado Plurinacional, Luis Arce Catacora, ha declarado, a calzón quitado, que la producción de gas “ha tocado fondo”. Esa declaración abstracta de la máxima autoridad política del país, tiene una serie de aspectos que revelan, en realidad, en qué consiste esa información oficial, única forma de constatar los alcances de esa noticia y para poner a la población y a las autoridades gobernantes en estado de alerta frente a las posibilidades que implica.
En primer lugar, el hecho de que se estuviese agotando el gas, —sin esperanza de que se pueda descubrir un yacimiento importante para exportar— revela que Bolivia ha caído al nivel de crisis económica en que se encuentra Venezuela, que atraviesa un estado calamitoso, al haber caído su producción de petróleo de 3 millones de barriles a menos de 300 mil al día. Así mismo sus reservas monetarias cayeron a cero debido a los despilfarros del gobierno “socialista” de Hugo Chávez.
No solo eso. En nuestro caso, además que se agota el gas, Argentina anunció oficialmente que, desde mediados del año próximo, no comprará gas a Bolivia, ya que, posiblemente, preferirá vender gas a Brasil y Chile, dejando esos mercados sin gas boliviano.
La información estratégica del presidente Arce, de que la producción de gas “ha tocado fondo”, implica que el PIB del país caerá en alrededor de 50 por ciento, lo cual hará que no tenga divisas disponibles para atender urgentes necesidades, en especial para importación de alimentos y productos imprescindibles, como gasolina y diésel, etc.
En general la declaración presidencial es catastrófica, por donde se la vea. Es más, anula esperanzas, como el hecho de que recién YPF va a iniciar exploraciones y que en caso de que tengan éxito, solamente se podrá obtener beneficios a seis o siete años de su descubrimiento. Por otro lado, la explotación de litio en los salares del país, asignada a una empresa privada china y a otra rusa, es todavía de remoto resultado, pues, además, ni siquiera se conoce en qué consisten los convenios firmados por el Estado Plurinacional en ese sentido. Ni qué decir de la planta de urea de Bulo Bulo, que estuvo paralizada casi tres meses, las crisis minera, industrial, agraria, turística, etc.
La crisis económica que se perfila para el país es muy preocupante, pues, por otro lado, además a ella se suman la crisis política, la división del partido de Evo Morales, las demandas locales que han paralizado la economía del país, con bloqueos, paros, etc., que significan pérdidas de millones de dólares al día.
Anda suelto el monstruo de un desastre económico, por lo que todo el país debería ponerse en alerta y en conjunto buscar las soluciones urgentes que se requiere. ¿Qué hacer? Esa es la pregunta.