Una reciente alerta de la Plataforma para hacer frente al cambio climático, en sentido de que la llegada del fenómeno de El Niño podría provocar escasez de agua en diversas ciudades de Bolivia, ha despertado las alarmas en algunas ciudades que ya sienten los efectos de la sequía.
La ciudad de Potosí es la más golpeada porque ya está sintiendo el racionamiento y porque queda menos del 20% de agua almacenada, información que ha provocado la desesperación del gerente general de la Administración Autónoma para Obras Sanitarias (AAPOS) de Potosí, Carlos Chumacero, quien se quebró en llanto al pedir valentía al pueblo potosino para enfrentar esta crisis.
«Estamos con un volumen de almacenamiento por debajo del 20%. Actualmente, estamos con 100 litros por segundo. A nuestra población potosina enfrentaremos nuevamente esta sequía como seres humanos valientes, con lo que tenemos y con lo que podemos», dijo.
Entre tanto, La Paz se encuentra en situación de «prealerta», según la Autoridad de Fiscalización y Control de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS), que ha pedido regular la demanda porque los trabajos relacionados con la oferta de agua ya se han hecho previamente.
La directora de la AAPS, Karina Ordóñez, en entrevista con Erbol, señaló que luego de la sequía del año 2016, cuando La Paz se quedó sin agua, las entidades encargadas del suministro han tomado las previsiones y han trabajado planes de contingencia.
Indicó que, en ese marco, se construyeron cuatro nuevas represas y 44 pozos de fuentes subterráneas. «Tenemos una capacidad de almacenamiento grande, sin embargo, la crisis climática no ha permitido que este año se llenen los embalses», indicó.
En ese marco, admitió que La Paz ya se encuentra en una situación de prealerta por lo que se debe trabajar en la regulación de la demanda de agua. Explicó que ésta es una responsabilidad de la Alcaldía de La Paz, que tiene entre sus atribuciones la creación de un comité de operaciones si fuera necesario, y la emisión de normas para sancionar por el mal uso del agua.
Al respecto, el alcalde paceño Iván Arias señaló que convocará a una cumbre en septiembre para afrontar el tema de la posible escasez de agua en conjunto.
«Tememos una seria amenaza de que nos llega El Niño y por lo tanto nosotros estamos haciendo la cumbre del agua a mediados de septiembre, antes del 15 vamos a convocar a todas las instituciones para ver cómo hacemos y cómo enfrentamos este problema», dijo Arias.
El interventor de Epsas, Jaime Gutiérrez, ofreció garantías de que el agua alcanzará hasta que lleguen las lluvias, pero indicó que «la población también tiene que ayudar a cuidar el agua».
POTOSÍ Y SUCRE
En el caso de Potosí, según dijo Ordóñez, el problema radica en la falta de acuerdo entre las autoridades locales, que impidió la puesta en marcha del proyecto de dotación de agua La Palca, que ya fue entregado por el Gobierno en 2017, pero que hasta ahora no funciona y que, de hacerlo, permitiría enviar 40 litros de agua por segundo a Potosí.
La situación se complica porque tanto el gobernador Johnny Mamani, como el alcalde Johnny LLally, están presos; el primero por un caso de presunta corrupción y el segundo por una acusación de violencia sexual. En todo caso, se anuncia una reunión para los próximos días con la finalidad de coordinar la puesta en marcha del proyecto con las autoridades interinas.
Entre tanto, varios barrios potosinos carecen del servicio, hay cisternas que reparten el líquido para paliar en algo la situación y se ha cortado el suministro a la minería.
La escasez en Sucre también es preocupante. «Este 2023 sería una de las peores gestiones, por no decir la peor gestión respecto a la reducción de las precipitaciones pluviales. No nos hemos garantizado, no hemos llegado ni siquiera a tener un acumulado que nos pueda garantizar. Y eso ya nos está cobrando factura. Hoy hemos amanecido con 17 litros por segundo en (el caudal de) Cajamarca. Estamos ya bordeando, ya aproximándonos, a los números rojos para poder tomar acciones cuando se rebaje (el caudal a) los 15 litros. Ya estamos cerca», sostuvo este lunes el gerente de Elapas.
LA LLEGADA DE EL NIÑO
La anterior semana, durante la socialización de un proyecto de Ley de Emergencia Climática, el biólogo de la Plataforma para hacer frente al Cambio Climático, Marcos Nordgren Ballivián, dio la voz de alerta. «Este año se va a registrar el fenómeno del niño, parecido a lo que ocurrió en 2016, cuando partes de La Paz se quedaron sin agua debido a la tardía llegada de las lluvias. Si bien ahora estamos con el 60% de aguas en la ciudad de La Paz y El Alto, nada nos garantiza que las lluvias vayan a llegar a tiempo debido», dijo el especialista.
Nordgren criticó al Gobierno por enfocarse en la lucha del poder, cuando se avecinan problemas realmente importantes por la escasez del líquido. «Ya lo está haciendo Potosí, ya lo está haciendo gran parte del área rural de este país. Vamos a visitar Totora Marca en Oruro, el chaco chuquisaqueño o tarijeño y nos damos cuenta que la situación está más allá de la normalidad», indicó. (Rimay Pampa)