Las empresas combinan herramientas digitales y tradicionales para llevar la agropecuaria a otro nivel, incrementando así la eficiencia, productividad y sostenibilidad en el quehacer. El Mapeo del Ecosistema de Tecnología Digital en Bolivia afirma que la conexión es del 42 %, a nivel nacional.
Cuando se habla de startups de inmediato se piensa en empresas que desarrollan sus actividades en ciudades. Sin embargo, la proliferación de ellas ha permitido que también surjan proyectos para la zona rural, pero estrechamente ligados con el área urbana.
Y es que los startups son una muy buena opción para desarrollar la economía en todos los espacios de la vida, y el campo es uno de ellos. La tecnología Agrotech ha revolucionado la manera en que se vive y se produce, combinando herramientas digitales y tradicionales para llevar la agropecuaria a otro nivel. Por supuesto, esto incrementa la eficiencia, la productividad y la sostenibilidad.
En ese sentido es que actualmente son varias las Agrotech trabajando para el desarrollo del área rural. Podemos mencionar tres: Vaka es una plataforma digital y aplicación móvil que conecta ganaderos con microinversionistas; Hola Tractor es una empresa de agrotecnología enfocada a facilitar el acceso a maquinaria agrícola a productores de pequeña y mediana escala, a través de aplicación móvil y plataforma web. Busca maximizar la producción agrícola en comunidades rurales, reducir el trabajo infantil en el campo y empoderar el liderazgo femenino; y DeltaX está dedicada al transporte de carga. Puede tener un impacto en el área rural si enfoca sus servicios a transportar productos del área rural a la urbana.
Existen otras startups vinculadas de manera indirecta al área rural y que, desde luego, podrían generar un impacto positivo. Nombramos a un par de ellas: Ultra, dedicada a la inclusión financiera; y S.Solar, que trabaja con importación, comercialización e instalación de sistemas solares y/o energía solar.
Por otro lado, los encuestados por el Mapeo TIC identificaron algunos de los desafíos para el sector rural: la falta de infraestructura de telecomunicaciones en lugares remotos, el poco acceso a computadoras, la falta de programas de educación y capacitación en tecnología, la migración campo-ciudad, entre otras.
Por supuesto, también pensaron en soluciones, como la de establecer alianzas que faciliten la inversión de infraestructura, el desarrollo de programas educativos y el acceso a dispositivos tecnológicos a precios más asequibles.